¿Por qué el feminismo se enojó con "Separadas", la nueva tira de Polka?
Desde la productora publicaron imágenes de lo que será la próxima novela de Adrían Suar y llovieron las críticas. Filo.News habló con la actriz y humorista Señorita Bimbo y con la artista Lala Pasquinelli sobre la diversidad corporal y invisibilización de los cuerpos que se escapan de la norma.
Siete mujeres separadas se encuentran luego de un evento sorpresivo y se vuelven amigas inseparables. De eso trata la nueva tira de Polka que llegará a principios del 2020 a la pantalla de canal 13 para convertirse en una serie que pinta bastante parecida a todo lo que ya vimos en la tv.
El adelanto de Separadas asomó cabeza y ya se convirtió en polémica. Las redes sociales no dejaron pasar un llamativo detalle que refleja una preocupación de época: ninguna de las siete mujeres es gorda, ni negra, ni pobre ni fuera de la heteronorma. Las actrices Celeste Cid, Marcela Kloosterboer, Mónica Antonópulos, Julieta Zylberberg, Gimena Accardi, Julieta Nair Calvo y Agustina Cherri son las protagonistas de una historia que busca interpelar a muchas representando sólo a algunas pocas.
Sí. Estamos acostumbrades. Todos los consumos mainstream que la cultura nos dio, nos da y, al parecer, nos dará, los llevan adelante mujeres estereotipadamente bellas, con cuerpos ideales y un patrón europeo que bastante poco tiene que ver con nuestra población, sus medidas, colores y diversidad.
El enojo en los comentarios es alto. El hartazgo de no ver otro tipo de cuerpos representados en la pantalla comienza a estar a punto caramelo y si bien las ganas sedientas de consumir otro tipo de contenidos existe, las empresas, productoras y medios de comunicación todavía no se animan siquiera a probar.
En un país en el que casi el 70% de las personas no encuentran ropa de su talle y los cuerpos que están fuera de la norma son discriminados e invisibilizados en los medios (salvo que sea para destacar lo fuera de la norma que están), la urgencia de empezar a representar en los consumos culturales una diversidad corporal amplia, se instala en el debate.
Para profundizar este tema y entender por qué los productos continúan haciéndose con este tipo de propuestas que estandarizan y perpetúan la discriminación y el bullying, Filo.News habló con la humorista y activista gorda Señorita Bimbo y con la artista y creadora de "Mujeres que no fueron tapa", Lala Pasquinelli.
La tele en pausa
"Creo que la television sigue siendo el bastión más fuerte que tiene el status quo y todo lo malo. Las actrices no tienen la culpa, tienen que laburar pero todavía sigue siendo la actuación un oficio en donde el cuerpo es muy bastardeado, juzgado y solo hay lugar para unos pares de cuerpos", explica la humorista y agrega: "Cada tanto la tele agarra temas de agenda y pone, no sé, un personaje trans o alguien que hace de trans o una gorda con un disfraz, pero es sólo un tema de agenda".
En la misma línea, Lala sostiene: "Parece como si en la televisión nada de todo lo que sucede hace ya algunos años hubiera pasado, como si fuera impermeable a lo que va sucediendo en la sociedad".
Los feminismos cuestionan todo desde hace décadas. La familia, el amor, los vínculos sexoafectivos, los modelos a seguir, los modos, el deseo, nuestro vínculo con la comida, con los medios, con nuestros jefes, con el mundo que nos rodea. Desde el 2015 en nuestro país, además, se hizo explícito y claro el pedido de terminar con la violencia machista que tiene, como consecuencia, una mujer muerta en manos de un varón violento cada 27 horas.
Y si bien la agenda de género supo imponerse en los medios, en las publicidades y hasta en la sobremesa de millones de personas a diario, aún los comerciales, las marcas de ropa y la televisión continúan repitiendo muchos de estos patrones violentos.
Más talles y menos fotocopias
La semana pasada la Ley Nacional de Talles consiguió la media sanción que le faltaba para poder ser aplicada. Ahora nuestro país gozará de medidas antropocéntricas que nos dirán cómo es el cuerpo de les argentines ya que, hasta ahora, los talles se guiaban por medidas europeas.
Esta ley y la militancia feminista busca terminar con la violencia simbólica a la que están expuestos nuestros cuerpos a diario. En un sistema que nos cuenta que el éxito es lo que hay que conseguir y que es la belleza, siendo una feminidad, la mejor herramienta para alcanzarlo, la obsesión y angustia que genera es gigante porque, esa belleza, viene con muchísimas cláusulas excluyentes y la delgadez es una de ellas. Tengamos en cuenta que, nueve de cada diez personas que sufren trastornos en la alimentación se autoperciben como mujeres.
Muchas tetas, pocas tetas, cinturitas, cinturotas, culos grandes, chiquitos, brazos cortos, largos, piernas largas, cortitas, redondeadas. Nuestros cuerpos son diversos pero no es eso lo que vemos en los medios. "Lo que hay es que la televisión, como en todos los dispositivos culturales masivos, es primero esta representación de cuerpos y subjetividades que es la que estamos tratando de jaquear. Mujeres jovenes, blancas, delgadas y heterosexuales. Y son siempre las mismas personas, las vemos en las redes, en las publicidades", indica Lala.
"La verdad es que no me sorprende porque no espero nada de la televisión argentina. Se muerde la cola y creen que hacen exitos, pero la verdad es que mi concepto de éxito está relacionado con la inclusión que estos espacios no tienen. Creo que la respuesta a este tipo de cosas es que hay otras series para mirar como, por ejemplo, las cosas que hace Malena Pichot u otro tipo de televisión, más diverso, con una propuesta distinta. En las series de afuera, por ejemplo, hay más representatividad. Pero bueno, es Polka, no le pido nada ni pretendo nada . Hace años que como actriz decidí salir del sistema actoral, no voy a casting y ni lo intento ni deseo", reflexiona Bimbo.
Más feministas en los medios, ¿más feminismo?
La mujer que representa lo que representa la mujer es siempre la misma. Varían algunos nombres, pero las actrices se repiten, las mismas caras y casi las mismas características. Aún así, el problema no son ellas sino quienes toman la decisión de ni siquiera problematizar esta, como dijimos, angustia de época. Empresarios, productores y directores que elijen volver a representar a la mujer argentina como una muñeca barbie y dejar de lado la amplia gama de cuerpos, formas, etnias que tiene nuestro país.
"Esto no es un ataque a las actrices, porque si no fueran ellas serían otras. La crítica es a quien decide darle un espacio en un canal de aire a este tipo de productos que siguen reproduciendo este mismo modelo del que nosotras ya estamos cansadas. Necesitamos ver otras personas, otras corporalidades", explica Lala.
Por su parte, Bimbo agrega: "No se está juzgando a las laburantes, ellas trabajan de eso y no tienen la culpa de ser hermosas. Las responsabilidad es después qué le cuentan a las mujeres que las siguen para explicar su éxito porque el éxito se lo deben a esa hegemonía de la que forman parte. No está mal, cada una se abre camino como puede. No son ellas y eso que quede claro, el problema es que la tele es una máquina que alimenta al capitalismo y al patriarcado. Es la fabrica de hacer chorizos de toda esa mierda".
Y si bien la televisión se llena de a poco, como todas las disciplinas, de mujeres feministas que buscan romper esquemas y comenzar a revolucionar los consumos, aún no alcanza. "Hay tantas guionistas mujeres que podrían relatar otras historias, pero no hay lugar para eso en los medios. Es un dispositivo de la culutra donde resiste el patriarcado y tiene como brazo ideológico el machismo y el capitalismo. Y ese sistema necesita de esto para seguir sembrando la vergüenza en nosotras, sometiéndonos a la creencia de que no valemos, de que lo que nos hace ser mujeres es ser así o que el éxito es encarnar eso y es un modelo que genera mucho dolor, que enferma, que nos aisla. Porque, además, estos estándares terminan siendo requisitos profesionales para cualquier trabajo o lugar de visibilidad. Es peligrosísimo", indica Lala.
"Muchas guionistas feministas que vemos, ejercen su feminismo en las redes pero no lo llegan a poner en practica a la hora de hacer casting. Parece que el contenido feminista en esos espacios es hacer una novela abolicionista o ser literal con el maltrato. O sea, panfleto feminista pero nada en profundidad. Aún así, aunque lo intenten, es imposible, es un grano de arena limpia en un mar de caca. No importa si hay guionistas feministas o no porque no hacen la diferencia porque en la tele no hay manera de hacer la diferencia. La tele, dicen, maneja opinión pero está muerta y no representa a nadie", finaliza la humorista.