Descubrí las claves para que tu contraseña en las redes sea indescifrable
En 2003, un experto en seguridad informática de Estados Unidos, Bill Burr, hizo una recomendación: la manera de generar una contraseña segura era combinar letras mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales, porque esa mezcla hacía que la clave fuera más difícil de identificar.
Hoy se arrepiente, porque dice que es una estrategia muy complicada, que para la gente es demasiado difícil crearla (y recordarla, aún más), así que la mayoría usa una sola palabra, como su nombre o equipo de fútbol, o una sucesión de números (el más común, 12345678, es también el más fácil de deducir) y nada más.
Y no es una buena opción: es lo primero que prueban los que intentan descubrir claves.
Pero la idea original de Burr era acertada: la contraseña debe estar lo más lejos posible de algo que pueda deducirse: por eso hay que evitar usar nombres propios, fechas de nacimiento, direcciones postales, DNIs, etcétera.
¿Qué hacer, entonces?
Una alternativa que recomiendan muchos expertos es combinar palabras y números, pero que no tengan conexión entre sí: “azul45martes”, por ejemplo.
O unir una persona, una acción, y un objeto: “CharlyCocinaSilla”
También podés usar una frase que te resulte inolvidable (una estrofa de una canción, por ejemplo) y usar las letras iniciales de cada palabra para crear tu contraseña: de “La ciudad de la furia” a “lcdlf”, o “lacidelafu”
La contraseña no debería tener menos de 8 caracteres; 12 está muy bien. A veces no es posible, porque algunos servicios aplican la receta de Burr a rajatabla, y exigen una contraseña con mayúsculas, minúsculas y números. Pero las reglas que te pusimos arriba para crear la contraseña sirven igual.
Recordá que en lo posible no hay que usar la misma contraseña para todos los servicios online que tenés, porque es como tener la misma llave para abrir tu casa, tu oficina, el banco y demás.
No hay, sin embargo, un único método. Lo importante es no caer en la opción fácil (“12345678”, “contraseña”, “qwerty”, el nombre de tu perro, etcétera), pero buscar un método que nos permita generar una combinación de letras y números que sean fáciles de recordar, pero no de deducir.
Por eso, la recomendación es encontrar alguna regla mnemotécnica que te permita asociar palabras y números, que no sean obvios, y que los puedas memorizar sin demasiados inconvenientes.