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Espectaculos

Michael J. Fox reveló que hace dos años tuvo un tumor en la médula

El actor se encuentra promocionando su libro autobiográfico y entre otras cosas habló de su salud y del momento más oscuro de su vida donde fue muy difícil ser optimista. 

Michael J. Fox reveló que hace dos años tuvo un tumor en la médula

La historia de Michael J. Fox es por demás interesante y por eso le vale un 5to  libro autobiográfico titulado "No Time Like Future" en dónde cuenta cómo es ser una estrella del mundo en la cima absoluta a los 29 años y de repente levantarte un día y notar algo extraño en tu cuerpo, que estudios después revelarían, que aún a su corta edad, tenía la enfermedad de Parkinson. 

Convertido en una estrella gracias al éxito de Volver al futuro, que entonces acababa de estrenar su tercera parte, se despertó en un hotel de Florida y se notó raro. El dedo meñique de la mano izquierda le temblaba. Él, que empezaba a verse a sí mismo atrapado en el bucle de ser el eterno joven prodigio anclado para siempre en el papel de Marty McFly, le echó la culpa a una resaca. 

Bebía demasiado para intentar soportar lo que consideraba una carga. Pero aquello no paró. Cuando poco después Fox fue al neurólogo y le diagnosticó Parkinson, creyó que todo era un error.

Son algunos de los fragmentos que vamos a poder leer en el libro que estará disponible a partir del 17 de noviembre. En dónde además contará si lucha con la bebida, y lo que él remarca como el momento más oscuro de su vida. 

Un episodio que le ocurrió hace dos años y del que había decidido no hablar hasta ahora. En el 2018 le detectaron un tumor en la médula espinal que traía aparejada una buena noticia, no era cancerígeno, pero dos noticias malas: crecía muy rápido y le proporcionaba un gran dolor al actor, quién manifestó que en ese momento perdió toda esperanza de vida. 

La cirugía era muy arriesgada. “Si no me operaba, iba directo a una parálisis”, relata hoy el actor, pero explica que el tumor “constreñía la espina dorsal, así que tenían que ser muy cuidadosos quitándolo para no causar daños mayores”. Afortunadamente, todo salió bien y al quirófano le siguió una larga recuperación de cuatro meses donde tuvo que aprender a volver a andar. 

Pero eso no fue todo, porque el mismo día que iba a rodar para el director Spike Lee, se cayó en la cocina de su casa de Nueva York mientras estaba solo —su familia estaba de vacaciones, él acababa de volver el día anterior— con la mala suerte de romperse un brazo.

“Me rompí. Estaba apoyado en la pared de la cocina, esperando una ambulancia y me sentía como: ‘No puedo caer más bajo’. Fue el momento en el que me cuestioné todo. Me dije: 'No puedo poner buena cara ante esto. No hay una parte buena, no hay un lado luminoso. Todo es dolor y lamento”, rememora.

Todo su optimismo, sus buenas intenciones, sus años de lucha y superación, quedaron atrás. “El párkinson, la espalda, el brazo... Sé que no es tanto comparado con lo que tienen que sufrir muchos otros”, rememora, pero por otra parte se planteaba cómo iba a seguir con su discurso positivo, no se veía capaz: “¿Cómo voy a decirle a esa gente: 'La cabeza alta. Busquen el lado bueno. Las cosas van a salir bien”.

Esto es parte de lo que vamos a poder leer en su quinto libro autobiográfico en donde Fox, se desnuda una vez más para contar como logra, a pesar de las adversidades, seguir para adelante.