Guapeza, potencia y clase. Asi fue la jugada que definió el encuentro entre Juventus y el conjunto de la capital italiana, que terminó en victoria para la visita por 1 a 0, y que tuvo a un sólo protagonista: Paulo Dybala, que volvió para retomar el mando del equipo y recuperar la punta que está en manos de Napoles.

Por la fecha 27 de la Serie A, Massimiliano Allegri y su equipo sabían que se jugaba mucho en el partido ante Lazio, ya que una derrota los alejaba aún más de la cima del torneo, y le daba un poco de esperanza a los rivales de acortarle distancia en la tabla, sin embargo, cuando todo parecía que terminaba en un empate en cero, se iluminó el argentino.

Sin la presencia de Gonzalo Higuaín por decisión técnica y algunas molestias físicas del surgido de River, a la "Vecchia Signora" le faltó peso ofensivo para poder definir los pasajes de buen juego en el Olímpico de Roma, pero por suerte, la Joya volvió a ser aquel jugador que llevó al equipo a la final de Champions en la temporada pasada.

Corriendo el tercer minuto de adhesión, Juventus empujaba desde la pelota parada, y tras un rebote, Dybala tomó la pelota entre tres y se las ingenió para tirar un caño y quedar mano a mano con el defensor. Aguantando con todo el peso y cayendo, sacó un remate que fue imposible de atajar para Strakosha y desató la locura en las tribunas.

La victoria y el gol llegan en el momento en el que se confirmó que Paulo no será convocado para los próximos partidos de la Selección Argentina por decisión de Sampaoli, que informó en conferencia de prensa que lo evaluará según su rendimiento con la camiseta de su club, y hoy cumplió. De a poco, se gana su lugar en Rusia 2018.