Si bien en todos los ambientes de la sociedad argentina, cada vez se conocen mayor cantidad de situaciones bizarras e insólitas que ofenden e irritan a un país que cada vez está manchado por la corrupción y el delito, el fútbol siempre rompe con todos los límites
Dentro de estas, la forma de actuar de las barras bravas de distintos niveles ya no sorprende a nadie, pero la impunidad de muchos parece haber quedado en el pasado con los nuevos sistemas de seguridad, adoptados por la Provincia de Buenos Aires y la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide).
En un nuevo trabajo de Juan Manuel Lugones, titular de la agencia, se logró detener a Jonathan Kresta, jefe de la barrabrava de Claypole, club de la Primera D, quien tenía el ingreso prohibido a los estadios. Además de este rol en el ascenso, también integra a "Los Borrachos del Tablón", hinchada de River Plate.
Esto no sólo es lo que generó la sorpresa de todos, sino que luego se conoció que Kresta es el encargado de presidir una ONG de barras de distintas hinchadas de ascenso que buscaba erradicar la violencia en las categorías menores del fútbol argetino. ¡El colmo!.
"Los barrabravas no son hinchas de los clubes sino de las barras. Y un día son de Claypole, al otro de River y al otro de Boca. Ellos no pueden dar ninguna seguridad al fútbol a través de una ONG", declaró Lugones, tras la detención.
Por otro lado remarcó que el único objetivo de estas organizaciones es lucrar con la idea de viajar al Mundial. Así también lo había reconocido el propio Kresta sin culpa, que luego agregó que la búsqueda primordial de la ONG era impulsar el regreso de los visitantes en la C y la D.