Con los ánimos más calmos después de lo que fueron los primeros cruces con el movimiento para pedir la remoción de Marcelo Tinelli y la respuesta del dirigente de San Lorenzo, este martes se llevó a cabo la última reunión informal de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) en donde el tema central pasó por el futuro de la liga.

En este camino, el mandatario de la competencia no estuvo presente por su viaje a Uruguay y el que sorprendió sin ningún tipo de aviso previo fue Juan Román Riquelme, para conocer el movimiento y dar a conocer la posición de Boca Juniors en esta situación, donde se busca un consenso.

En este sentido, y durante poco más de dos horas, el vicepresidente xeneize participó de un evento en el que se decidió aplazar la remoción de Tinelli para la cita pautada del martes 11 de enero, en donde la mayoría (ya son 15 clubes firmes y otros 3 en duda) aplicará el artículo 16, inciso 8, para pedir el cambio de autoridad.

La reunión en el hotel de Puerto Madero se consideró informal, sin un trato concreto sobre una agenda, pero en donde se sentaron bases de cara a lo que podrá ocurrir en enero, cuando se apueste por el cambio de presidencia y en este caso habrá un interinato del vicepresidente primero y luego un llamado a elecciones.

Ricardo Carloni de Rosario Central, Luis Chebel de Lanús, Héctor “Yoyo” Maldonado de Independiente, José Lemme de Defensa y Justicia y David Garzón de Huracán fueron algunos de los dirigentes que encabezaron este cambio y en donde Cristian Malaspina, de Argentinos Juniors, sería la cabeza y posible sucesor de Marcelo.

Mientras tanto, no han salido informaciones oficiales de esta reunión, en la que sí se dejó en claro que la mayoría busca evitar un "golpe artero" (tal como denunció Tinelli) y organizar la nueva estructura de la Liga Profesional en un plazo de entre 45 y 60 días, una vez convocadas las elecciones.