No se pudo. En una final espectacular, Gremio venció 2 a 1 a Lanús y se consagró campeón de la Copa Libertadores de América en el estadio Néstor Díaz Pérez. El conjunto brasileño hizo un destacado primer tiempo y ganó gracias a los goles de Fernandinho y Luan. Para el equipo de Jorge Almirón descontó José Sand de penal.
En los primeros minutos, Gremio controló la pelota y buscó presionar en el campo rival. A los 8 minutos, Esteban Andrada contuvo sin dar rebote un remate peligroso de Fernandinho. El conjunto de Almirón no hizo pie en ningún momento del primer tiempo y, jugado en ataque, sufrió atrás.
En un tiro de esquina a favor del Granate y después de un despeje, José Luis Gómez cometió un error garrafal y perdió el balón ante Fernandinho, quien corrió 80 metros con la pelota y fusiló a Andrada con un zurdazo alto para poner el 1 a 0 en 26 minutos.
El local, desorientado, contó con un tiro libre para empatarlo a los 29, pero el disparo de Maximiliano Velázquez fue tapado por un impecable Marcelo Grohe, el mejor arquero del certamen.
El Tricolor, parado para el contraataque y con futbolistas veloces como Luan y Fernandinho, mostró mucha tranquilidad en la contención y esperó que su contrincante se desprotegiera. A los 41, los brasileños asestaron un golpe casi mortal: en una jugada maravillosa, Luan se sacó de encima a dos rivales y la picó ante la salida de Andrada.
Con el 2 a 0, Lanús quedó obligado a buscar una hazaña de características similares a la que logró ante River en ese mismo estadio. Tres tantos necesarios para empatar la serie, 4 para levantar la Copa.
Y así lo intentó: a los 25 del complemento, José Sand dio un pase excelente en profundidad para Lautaro Acosta, que recibió una clara falta y por eso un penal a favor. El "Pepe" no falló con su definición al palo derecho y puso el 2 a 1.
A 8 minutos del final, el brasileño Bressan se lesionó y sus compañeros lanzaron la pelota afuera para que fuera atendido. Como Lanús no devolvió la pelota, Ramiro se molestó y protestó contra sus rivales y luego contra el árbitro, que lo amonestó y luego lo expulsó.
Con un hombre más y el resultado en contra, los de Almirón se jugaron lo que les quedaba: el entrenador mandó al campo a Germán Denis para acumular hombres en el área y soñar con el empate.
De todas maneras, el conjunto argentino no pudo dar vuelta la historia y quedó como subcampeón de la Copa Libertadores ante los aplausos de su gente, que se fue triste pero ovacionó a su equipo por el certamen realizado. ¡Felicitaciones, Gremio!
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Gabriel Alejandro Mazzeo Galanti