Si bien la Selección Argentina disfruta de tener asegurado en el bolsillo un boleto para Rusia 2018, el hecho de haber estado en la cuerda floja hasta el último partido de las Eliminatorias, la obliga a tomar cartas en el asunto y empezar a afinar el equipo para la cita mundialista.
A ocho meses de la Copa del Mundo, el equipo nacional ya tiene anotado en su agenda dos compromisos amistosos. El próximo 11 de noviembre, Jorge Sampaoli viajará junto a los jugadores convocados hacia Moscú, donde se enfrentará ni más ni menos que a Rusia, el anfitrión del Mundial.
Dicho encuentro, además, servirá para inaugurar el Estadio Luzhinkí, que será el escenario del partido inaugural y de la final del mundo.
Tres días más tarde, el 14 de noviembre, el seleccionado volverá a jugar en suelo ruso. En esta oportunidad, el rival será Nigeria, a quien enfrentará en el Arena de Krasnodar, un estadio que no formará parte de las sedes mundialistas.
Por ahora, son los únicos encuentros amistosos que tiene programados el conjunto albiceleste. De todas maneras, el deseo del cuerpo técnico es disputar entre cuatro o cinco partidos más en la previa de Rusia 2018.