El partido entre Patronato y Boca en Paraná comenzó 20 minutos más tarde por una insólita razón: en la salida de los equipos, una lluvia de papelitos brillantes copó el campo de juego.
Al impedir la visión de los futbolistas y el árbitro, hubo que esperar a que los sacaran para dar inicio al encuentro. Para que el terreno quedara en condiciones, varios empleados del club entrerriano entraron con ¡rastrillos! para limpiar.
En las redes sociales se burlaron de la sorprendente situación y publicaron todo tipo de comentarios.
Por supuesto, no esperaron a sacar hasta el último papelito, pero recién empezaron cuando el árbitro Facundo Tello se mostró satisfecho con la limpieza del campo.