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Jessica Millaman, la jugadora trans que abrió el camino de la igualdad en el deporte
Jessica Millamán, la jugadora de hockey que no bajó los brazos │ (Foto: Filo News)

Al igual que el sol, que decidió asomarse en plenitud para hacerle frente al frío de la tarde invernal, ella camina con firmeza, siendo indiferente ante los ojos que la miran y haciendo oídos sordos ante algún que otro murmullo que por ahí se oye.

Avanza con seguridad y se desenvuelve con la misma naturalidad que cualquiera de las mujeres que decidieron ponerle pausa a la rutina y pasar un rato de su día en el famoso bar porteño de Callao y Lavalle, mientras ella, Jessica Millaman, se dispone a charlar con Filo News.

“Cumplí el sueño de mi vida. A veces me quedo pensando en lo que pasó y no lo puedo creer. Volver a las canchas de hockey me hizo feliz”, relató con la convicción de quien construyó su personalidad a base de superación.

Foto: Facebook Jessica Millamán

Su vida es como un campeonato que conoce más de afrontar derrotas que victorias. De hecho, su lucha comenzó hace muchos años. Quizás de manera inconsciente, cuando a los 10 años decidió dejar el hockey sobre césped porque ya no se sentía cómoda jugando con los chicos.

“Jugué toda mi vida al hockey, pero a los 10 años dejé porque me di cuenta que no quería hacerlo con nenes. Después de casi 15 años sin practicar deporte, retomé la actividad en 2013, cuando me fui a vivir a Chubut con mi pareja”, contó.

El deseo de cambiar la realidad, sumado a la sabiduría y experiencias que la vida va enseñando a modo de lección con el paso de los años, le dieron las herramientas para creer en sí misma y comenzar la difícil batalla de la inclusión en el deporte.

Foto: Facebook Jessica Millamán

Millaman formaba parte del plantel Germinal de Rawson, Chubut, cuando en 2013, desde la Asociación de Hockey de esa provincia le prohibieron seguir jugando. “Me presenté en el club con todos los estudios, papeles y dinero. Pero me rechazaron el fichaje sin argumentar por qué no me dejaban jugar. Entonces comencé a moverme judicialmente. Ante la falta de respuestas, decidí hacer un video explicando mi situación y compartirlo en las redes. Al día siguiente explotó y me llamaron de todos lados para ayudarme”, explicó.

Fue así como organismos de Derechos Humanos se comunicaron con ella y encabezaron una cruzada que finalizó con un precedente histórico: basada en los criterios del Comité Olímpico Internacional (COI), la Confederación Argentina de Hockey (CAH) confirmó que las personas trans deben ser aceptadas en equipos correspondientes al género al que cambiaron.

“Exponer el caso mediáticamente me ayudó muchísimo, de lo contrario, no sé si hubiese tenido la oportunidad de jugar”, reconoció Jessica. Y aunque ahora pueda mirar con orgullo su forma de proceder, sostuvo: “Me duele haber tenido que llegar al punto de armar escándalo en los medios para que me escucharan”.

Fuera de las canchas, la chubutense de 33 años también se dio el gusto de colgarse otra medalla dorada, de esas que solo se consiguen con amor puro.

“Me fui de mi casa a los 15 años porque mi papá no lograba entenderme. Pero hice un trabajo de hormiga que me llevó muchos años y hoy estoy cosechando todo lo que fui sembrando. Tenemos una relación espectacular. Cada vez que me hacen una nota, se le llenan los ojos de lágrimas”, reveló.

Con un tono que lejos está de poder disimular la emoción, comentó: “Mi objetivo es ser feliz. Fueron muchos años de esfuerzo. Hoy vivo totalmente relajada. Tengo los padres y hermanos que quiero y mis sobrinos me llevan con un orgullo terrible”.

“Mientras uno no robe, mate o viole, no hay límites para la vida”, reflexionó Jessica Millaman, que vaya si sabe de romper esquemas y disolver prejuicios para disfrutar a pleno de la vida. Tal como ella la soñó.

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