Tras varios días de tensión, estalló la interna en la barra brava de Independiente estalló durante el partido ante Tigre y, una vez finalizado el partido, se enfrentaron distintas facciones en los alrededores del estadio Libertadores de América.

Antes de que comience el partido, 119 barras de la facción disidente encabezada por César Loquillo Rodríguez fueron detenidos cuando intentaron entrar al estadio y sus tribunas permanecieron vacías en el empate ante el Matador de Victoria. 

En simultáneo, la facción dominada por Bebote Álvarez, quien quiere volver a hacerse dueño de la tribuna, se quedó junto a 200 personas en las inmediaciones del estadio, en un supermercado. Ante esta situación, el único grupo de barras que ingresó al estadio fue el encabezado por Juani de Gerli, actualmente al frente de la barra "oficial".

El partido se vivió con naturalidad, pero los disturbios fueron una vez terminado el empate sobre la calle Colón, tanto que los empleados del estadio dieron la órden de cerrar los portones. 

Asimismo, el grupo de Bebote esperó la salida del grupo de Barracas, a que durante la madrugada anterior amenazó al grito de "los vamos a cagar a tiros". Además, en las redes sociales, el grupo de Bebote habría "corrido" a la barra oficial e intentaron celebrar dentro del estadio, que no se abrieron.

Esto produjo que los periodistas y los jugadores permanezcan dentro del mismo, hasta que se retire la gente que podría causar violencia.