El uso de la tecnología en el fútbol, el llamado VAR o videoarbitraje, sumó un nuevo capítulo polémico en la final de la Supercopa de Holanda, que disputaron este sábado el Feyenoord y el Vitesse.
El Feyenoord se consagró campeón después de un 4 a 2 en los tiros desde el punto del penal, tras haber igualado 1 a 1 en el tiempo reglamentario.
Los de Rotterdam se habían puesto en ventaja a partir de un gol de Jens Toornstra, pero el escándalo se desató en la jugada que resultó en el empate de Vitesse.
El defensor de Feyenoord, Karim El Ahmadi, había derribado en el área a Tim Matavz, pero el árbitro decidió dejar seguir. En el contraataque, Nicolai Jorgensen marcó el 2 a 0, pero al juez le recomendaron que revisara la jugada.
Al ver en las pantallas lo que había sucedido, el encargado de impartir justicia decidió anular el tanto de Jorgensen y ¡cobrar penal para Vitesse!
Tras esa curiosa situación, Alexander Büttner igualó de penal para Vitesse a los 13 minutos de la segunda parte.
El empate final derivó en la definición por penales, donde el arquero de Feyenoord, Brad Jones, fue el héroe y le dio el trofeo a su equipo.
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Gabriel Alejandro Mazzeo Galanti