Independiente no logró romper el maleficio de no poder ganar en Mendoza y coronó una semana de desgracia con su tercera derrota consecutiva, esta vez ante Godoy Cruz por la mínima diferencia.  Esto sucedió en el marco de un aceptable encuentro disputado en el estadio "Malvinas Argentinas", por la cuarta jornada de la Superliga.

Santiago "Morro" García, a los 14 minutos de la segunda etapa a través de un penal, marcó la diferencia a favor de la formación "tombina" que hizo que Independiente no quebrara su ausencia de triunfos en Mendoza desde 1969.

El local ganó gracias a un infracción inexistente sancionada por el juez Loustau

Sin haber disputado un gran partido, Independiente convirtió en figura al arquero uruguayo Leonardo Burián y mereció mejor suerte.

La inesperada derrota del Rojo a manos de Lanús el último sábado (16 de septiembre) y la eliminación de la Copa Argentina frente a Atlético Tucumán, mostraron a un conjunto un tanto golpeado que procuraba recuperarse ante un Godoy Cruz que inició bien el torneo pese a la lógica derrota del fin de semana anterior ante Boca Juniors.

En este contexto, se insinuó siempre mejor la visita en el primer tiempo en base a un prolijo manejo de balón aunque adoleció de una alarmante falta de profundidad, defecto que se le viene observando desde la ausencia del transferido Rigoni.

A diez minutos de iniciado el cotejo un remate desde fuera del área de Leandro Fernández provocó una fotogénica volada de Burián, quien con suma dificultad desvió el balón por sobre el travesaño.

Nuevamente el golero uruguayo de Godoy Cruz extremó esfuerzos al manotear magistralmente un disparo de Diego Rodríguez al ángulo inferior izquierdo.

Si bien el "Rey de Copas" mantuvo su dominio hasta el cierre del período, el mismo fue decayendo ligeramante aunque por lejos mereció retirarse al descanso con alguna diferencia a su favor.

El complemento fue algo más equilibrado desde el pitazo inicial del riguroso Loustau. El mismo, antes del cuarto de hora, marcó un penal de discutible interpretación tras un supuesto agarrón de Sánchez Miño sobre Báez, que a ciencia cierta no puede considerarse como tal y que de ninguna manera provocó la caída del lateral paraguayo.

El equipo "bodeguero" había llegado al arco recién transcurrida una hora de juego, lo que demuestra palmariamente su inexpresidad, mismo estado de situación que dejó en evidencia una vez en ventaja ya que sólo se dedicó a defender un 1 a 0 .

El "Diablo" resultó preso de sus nervios y sólo estuvo a punto de lograr nivelar el match a los 24 minutos a través de un remate de Martín Benítez que Burián logró contener a medias provocando la imperfecta arremetida de Diego Rodríguez, que desvió por pocos centímetros su cabezazo con el arco a disposición.

El ingreso del citado Benítez por el otoñal Erviti le dio nuevos bríos a un Independiente que volvió a pagar un caro precio a su carencia de definición en desmedro de un afortunado conjunto cuyano que no siempre contará con el guiño del destino de marcar en su única aproximación seria al área rival.