El preocupante relato de Roger Federer tras quedar eliminado del US Open
El suizo protagonizó uno de sus peores partidos en Nueva York y no pudo ante Millman. Sin embargo, expresó sus sentimientos en el campo y llamó la atención de los organizadores
Tras la victoria ante Nick Kyrgios, Roger Federer había demostrado que estaba para campeonar en el último Grand Slam de la temporada. Sin embargo, tuvo un fatídico partido en el que mostró una cara nunca antes vista, capitalizando 76 errores no forzados, algo jamás visto en su carrera.
Luego de caer 3-6, 7-5, 7-6 (7), y 7-6 (3) ante el australiano John Millman, se presentó en conferencia de prensa y brindó detalles sobre lo ocurrido en el campo del Arthur Ashe, con un relato que conmovió a muchos y despertó cierto enojo de algunos fanáticos con las autoridades.
"Por alguna razón, esta noche tuve problemas en las condiciones ambientales", declaró. "Es una de las primeras veces que me sucede. Hacía mucho calor esta noche. Sentí que no podía respirar. No había circulación del aire en absoluto", aseguró la leyenda de 37 años, cerca de las 2 de la mañana, en lo que fue la charla con los periodistas.
Federer aseguró que se sintió "incómodo" y sin capacidad de reacción. "Sudas más y más por lo que a medida que el partido avanza, pierdes energía. Cuando sientes así, todo está acabado, no tienes capacidad de reacción", remarcó y también destacó que su rival, el número 55 del mundo, supo llevar adelante bien esa situación.
"John (Millman) fue capaz de manejarlo mejor. Él proviene de uno de los lugares más húmedos de la tierra, Brisbane. Sabía que me esperaba un duelo difícil. Quizás cuando sientes así, empiezas a perder posibilidades. Eso fue decepcionante. En cierto modo, deseaba que el partido terminara", cerró.
No es la primera vez que los jugadores se quejan de las altas temperaturas en algunos dde los torneos. Si bien casi toda la temporada se distribuye en el verano, los casos de Australian Open y US Open tienen repetidas críticas, sobretodo cuando se ponen encuentros en horas de la tarde, con casi 40 grados de temperatura.
"Hasta que no se muera alguien no van a parar", había disparado días atrás el argentino Leonardo Mayer, tras disputar su encuentro en Flushing Meadows con temperaturas de calor extremo, que se agigantan con el cemento y la estadía bajo el sol.