El hombre imputado por la muerte de Emiliano Sala se declaró culpable
Se trata de David Henderson, que confesó haber organizado el vuelo en el Piper PA-46 Malibu pese a no contar con todas las autorizaciones para hacerlo. Sin embargo, se declaró inocente respecto a las acusaciones de negligencia.
El día de ayer, David Henderson, el hombre sospechoso de organizar el vuelo en el que murió Emiliano Sala en 2019, fue juzgado en un tribunal de Cardiff, en Gales, Reino Unido.
Allí, el hombre de 67 años se declaró culpable del cargo de haber organizado el vuelo en el Piper PA-46 Malibu pese a no contar con todas las autorizaciones para hacerlo.
Sin embargo, a Henderson no solamente se lo acusa de ello, sino también por negligencia y de haber puesto en peligro a las personas que viajaban en el aéreo. Sobre ese aspecto, el hombre declaró frente al juez que es inocente.
Así las cosas, el imputado tendrá que enfrentarse a un juicio, que se estima que durará unos diez días, y otro para esclarecer las muertes tanto de Emiliano Sala y el piloto David Ibbotson el 22 de febrero de 2022.
Cabe recordar que el avión en el que viajaban se accidentó en el Canal de la Mancha el 21 de enero de 2019, luego de que el delantero acordara su traspaso de Nantes a Cardiff City, por 17 millones de euros. Luego de una larga búsqueda que duró más de dos semanas, el cuerpo del futbolista fue localizado en la carcasa del avión, a 67 metros de profundidad. Los restos del piloto de 59 años nunca fueron hallados.
Según el informe final, publicado en marzo de 2020, la oficina británica de investigaciones de accidentes aéreos (AAIB) determinó que el conductor de la aeronave perdió el control por una maniobra efectuada a una velocidad muy elevada, "probablemente" para evitar el mal tiempo.
El avión, por su parte, se habría dañado en esa maniobra y los investigadores creen que el piloto "probablemente" se intoxicó con monóxido de carbono del sistema de escape del motor.
Además, el informe remarca que el vuelo no se realizó conforme las reglas aplicadas a vuelos comerciales, porque el piloto navegó de noche, en condiciones meteorológicas difíciles y no tenía licencia para pilotar ese tipo de avión o para volar de noche.