En una casa con amigos, en la oficina o a través de la ventana de algún bar. Cuando juega el seleccionado nacional de cada persona en el mundo, cualquier lugar viene bien para ver el partido. Sin embargo, la semifinal de la Copa Confederaciones entre Chile y Portugal agarró a un equipo de cirujanos trasandinos en un momento bastante particular.
En pleno quirófano, mientras se estaba llevando a cabo una cirugía, en un televisor se estaba transmitiendo la ronda de penales en la que el seleccionado chileno derrotó al conjunto portugués y accedió a la final. Lejos de hacer oídos sordos a la definición, los médicos se permitieron festejar la conquista de su equipo.