Rafael Nadal no detiene su marcha y avanza a paso firme en el Australian Open, que ya lo tiene entre los ocho mejores. El español, número 5 del mundo, venció por 7-6 (16-14), 6-2 y 6-2 al francés Adrian Mannarino (64° del ranking) y se metió en cuartos de final.
El mallorquín batalló una hora y 20 minutos para llevarse el primer set, que se definió por 16-14 con un maratónico tie break que terminó siendo el más extenso de su carrera. A partir de ese momento, Rafa fue elevando su nivel y terminó sellando el triunfo sin mayores inconvenientes.
En la próxima ronda, Nadal enfrentará al canadiense Denis Shapovalov (14°), que derrotó al alemán Alexander Zverev, el número 3 del mundo y uno de los favoritos del torneo, por 6-3, 7-6 (7-5), 6-3.
El ganador de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio fue muy autocrítico luego de la derrota. "Vine aquí con el objetivo de ganar, y tal vez convertirme en el número 1. Pero si juego así, no me lo merezco. Es tan simple como eso", reconoció el alemán.
Precisamente, este resultado fue una suerte de guiño para Novak Djokovic, que sigue el primer Grand Slam de la temporada desde Serbia tras haber sido deportado de Australia. Es que Zverev era uno de los dos tenistas que podían arrebatarle el número 1 del ranking mundial, en caso de que se consagrara campeón. Tras su eliminación, el único que todavía puede convertirse en el nuevo líder del circuito es el ruso Daniil Medvedev, quien sigue en carrera.