Este domingo a las 22 horas argentina comenzará la 91° edición de los premios Oscar y, aunque los especialistas tienen a sus preferidos, lo cierto es que el voto está dividido y muchos merecen alzarse con el galardón.
Viggo Mortensen y Christian Bale son algunos de ellos, y quienes se distinguen por llegar a la premiación con casi 20 kilos más, desafío que tuvieron que encarnar para llevar a sus personajes a escena. ¿Cómo lo lograron y por qué son tan especiales sus interpretaciones?
Metamorfosis de dos grandes
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Viggo Mortensen es: un sujeto entrañable, grotesco y familiar
El trabajo de Viggo Mortensen en "Green Book" es espectacular. Con un toque de gracia crea un individuo americano con ascendencia italiana, simpático pero a la vez tosco e impertinente. Su trabajo, es sin dudas, uno de los principales valores de la película, que cuenta además, con la actuación de Mahershala Ali ("Moonlight").
Para meterse en la piel del apodado TonyLip (FrankAnthonyVallelonga) Viggo aumentó 20 kilos. Varios de ellos los aumentó previo al rodaje, y otros durante. En la película, las escenas de su personaje alimentándose son moneda corriente, lo que además da cuenta sobre la esencia del personaje.
El actor que supo deslumbrar con un esplendoroso Aragorn ("El señor de los anillos"), que lo consagró como Mejor Actor de Reparto en los SAG 2003, vuelve a hacer de las suyas en un personaje que merece ser reconocido.
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Christian Bale es: el oscuro vicepresidente Dick Cheney
Adam McKay volvió a apostar en Christian Bale para su protagónico después de "La gran apuesta", nominada al Oscar. El actor debió someterse a un estricto régimen para interpretar al viceprecidente: aumentó 18 kilos, además de realizar ejercicios con la voz, de imitación y para ensanchar su cuello.
El personaje, la historia y algunos rasgos físicos del personaje se pueden comparar con el primer ministro británico Winston Churchill, papel que le dio un Oscar a Gary Oldman. Según se pudo saber, Bale consultó a su colega -también compañero de elenco en la trilogía de "Batman el caballero de la noche"- antes del rodaje.
En el film, Bale se desafía con un individuo con pocos escrúpulos, que ascendió de un modo significativo y se hizo un lugar en la política estadounidense.
Cabe recordar, no es la primera vez que el actor se somete a una transformación física. Para "El maquinista" debió bajar casi 30 kilos, que recuperó en "Batman", cinta por la que debió tonificar su cuerpo.
En 2010, otra vez adelgazó, alrededor de 20 kilos, para “Thefighter”, trabajo que fue distinguido con un premio Óscar como Mejor Actor de reparto. Años después, para "Escándalo Americano" -papel que le valió una nominación a los premios de la Academia como Mejor Actor- aumentó 20 kilos más.
Personajes históricos: ¿la clave para ganar?
Una vez más, la carta maestra con la que juegan muchos de los actores es la de meterse en la piel de individuos reales, lo que supone una composición del personaje acompañada de elementos fundamentales como su caracterización.
El año pasado, Gary Oldman se consagró como Mejor Actor por su protagónico en "Las horas más oscuras", film que llevó al cine el período en el que Winston Churchill asume al poder y se debate entre una decisión que le costará el bienestar de la Nación en plena Segunda Guerra Mundial.
El actor que bien supo ser Sirius Black, estaba irreconocible: transformación que logró con un destacable trabajo de maquillaje y producción, para que su físico se asimilara al del político británico.
A la Academia parecen encantarle los personajes basados en hechos reales y distinguir el trabajo de sus actores. En la historia, algunas de las celebridades que abrazaron la estatuilla por tal desempeño fueron: Eddie Redmayne (obtuvo su Oscar con "La teoría del todo") y Charlize Theron (por su increíble transformación en "Monster")
Mejor Actor: una terna colmada de grandes actores y personajes reales
Este 2019, la categoría de Mejor Actor se debate entre grandes celebridades del cine que pusieron su cuerpo para encarnar a individuos que existieron y dejaron su legado.
El gran favorito es Rami Malek por su magnífico Freddie Mercury pero pisan fuerte Christian Bale (por convertirse en el vicepresidente Dick Cheney), Viggo Mortensen (espléndido en la piel de Tony Lip) y Willem Dafoe (que llevó en su piel al pintor Van Gogh).
A excepción de Bradley Cooper, por supuesto, aunque no olvidemos que fue uno de los más elegidos del año quien además adaptó un clásico (dirigió y protagonizó la cuarta película de "A Star is born"), y se convirtió en uno de los elegidos por el público.
El cine brinda la magia de poder sumergirse en una historia, lo que se vuelve aún más especial si está basada en circunstancias que verdaderamente tuvieron lugar y significaron para tantas personas. Este año los cinco actores compiten desde la emoción y, por supuesto, acompañados por una mano artística -de maquillaje- y producción, difícil de pasar por alto.