En 2017, “Las Chicas del Cable” se convirtió en la primera serie original producida por España para Netflix. Ramón Campos, Teresa Fernández-Valdésy Gema R. Neirason los responsables de este drama de época que pone a la mujer en primer plano, siempre bajo el lema “No es por nosotras, es por todas”. Una historia de amistad y de compromiso que, a lo largo de cinco temporadas, dejó su marca en el espectador español, y en el resto del mundo.
Estamos en los locos años veinte, específicamente 1928, cuando se inaugura en Madrid una moderna empresa de telecomunicaciones que atrae a un centenar de jovencitas en busca de trabajo e independencia, algo que no está bien visto en una sociedad machista que pretende que sus mujeres se casen y críen a los chicos desde la cocina. Todo arranca con Alba Romero (Blanca Suárez), ladrona que quiere escaparse hacia Buenos Aires para comenzar desde cero, pero tras un golpe fallido y el asesinato de su compañera, debe conseguir un empleo en la compañía para poder infiltrarse y robar la cuantiosa suma de dinero que se guarda en la caja fuerte. Alba es chantajeada y no tiene muchas opciones, por eso toma la identidad de otra aspirante, Lidia Aguilar, y de apoco va logrando su cometido.
Alba no es la única que busca escapar de algo. En su primer día va conociendo a otras compañeras cuya situación no es tan diferente. Ángeles Vidal (Maggie Civantos) es una empleada modelo que trabaja desde hace tiempo y tiene un gran ascenso en su futuro, pero el hecho de ganar más no está bien visto por su marido que quiere que abandone su puesto y vuelva a convertirse en ama de casa y madre para su pequeña hija. Ángeles se debate entre el amor a su familia y las ganas de progresar en el trabajo, una decisión difícil que cambia rotundamente cuando descubre que su esposo la engaña.
Carlota Rodríguez de Senillosa (Ana Fernández) es una chica de buena familia, feminista y liberal que sólo busca independizarse de su padre, un poderoso militar. Le gusta disfrutar de la vida, las fiestas y pasar el tiempo con su novio, pero le escapa al compromiso y a los lugares comunes que la sociedad le tiene asignada. Por último tenemos a Marga Suárez (Nadia de Santiago), la típica jovencita insegura y tímida de pueblo que llega a la gran ciudad y todo la sorprende y espanta. Las cuatro van a empezar a cruzar sus caminos y entablar amistad, a pesar de sus diferencias. Todas menos Alba, más renuente y enfocada en sus planes.
Más allá de la historia de cada personaje y las conexiones que van forjando, “Las Chicas del Cable” nos ayuda a entender el contexto femenino en épocas del patriarcado y el surgimiento del movimiento sufragista en España. En medio de entuertos amorosos y ganas de independización, va entretejiendo una trama policial y política, ya que la empresa de telecomunicaciones resulta la fachada ideal para detectar elementos subversivos del gobierno que están buscando derrocar al rey. La idea de sus creadores es llevarnos al pasado con una mirada moderna (a través de la banda sonora, por ejemplo), haciendo un paralelismo entre el ayer y el hoy del rol de la mujer, con casi cien años de diferencia.
Después de cinco temporadas, la serie española llega a su fin, y para celebrar el estreno de sus últimos episodios (esta entrega se dividió en dos partes), sus protagonistas -Suárez, Ana Polvorosa, Fernández y Santiago- participaron de un evento virtual con la única intención de despedirse como se debe de sus fans. El encuentro se llevó a cabo a través de las cuentas de Facebook de Netflix Latinoamérica y de Las Chicas del Cable, casi una hora donde las actrices rememoraron grandes momentos del show, se emocionaron con el cariño de sus seguidores chilenos y argentinos, y se sorprendieron al ver, por primera vez, un clip de su último día en el set.
La actriz argentina Clara Alonso fue la encargada de conducir este encuentro remoto que también incorporó una Trivia de amigas para conocer un poquito mejor a las “chicas”; una charla más profunda con anécdotas de rodaje y el orgullo que les causó haber sido parte de la primera serie original española de Netflix; e interacción con los fans, que se unieron al evento sin saber que iban a poder conectarse con las protagonistas. Todo en medio de un clima de emociones a flor de piel, que le pone punto final a la serie y al recorrido de estos entrañables personajes.