Rocketman, la película biográfica de Elton John, quedó perdida bajo la larga sombra de Rapsodia Bohemia (“Bohemian Rapsody”, Bryan Singer), pero es probable que si en lugar de repasar la caída en desgracia del cantante se hubiera enfocado en su glamorosa vida y sus delirantes anécdotas hubiera resultado, por lo menos, más entretenida.
Siempre es bueno ser testigos de una historia de lucha y recuperación, pero no hay fénix pianista que pueda competir con una historia que comienza con la frase: “Una tarde de domingo en verano John [Reid] y yo estábamos sentados afuera comiendo algo, cuando notamos una mujer de unos sesenta y pico que se parecía a Katharine Hepburn llegando en bicicleta...”
Su nuevo libro de memorias, titulado “Me” (“Yo: Elton John”) repasan los años más duros del cantante, incluyendo sus adicciones, su rehabilitación y la salida del infierno, pero no deja afuera las anécdotas más delirantes de su carrera, como aquella en la que confirmó que Bob Dylan es muy malo jugando “Dígalo con mímica”. Elegimos entonces cinco de los incontables recuerdos que Elton plasmó en sus memorias y les dejamos el resto para que las descubran ustedes.
MICHAEL JACKSON: “Una persona muy perturbadora”
“Conocí a Michael desde que tenía 13 o 14 años. Elizabeth Taylor apareció con él en el Starship [el avión de John]. Era el chico más adorable que pudieras imaginar, pero en algún punto durante los años siguientes empezó a aislarse del mundo y la realidad como lo hizo Elvis Presley,” escribió.
“Estaba enfermo de verdad. Era una persona muy perturbadora. Era muy triste, pero era alguien que no se podía ayudar: vivía en un mundo propio rodeado de gente que sólo le decía lo que quería escuchar.”
El cantante recuerda que en una de sus fiestas Jackson no comió nada y desapareció súbitamente. Horas después lo encontraron “en una cabaña en el terreno en el que vivía mi empleada: ella estaba ahí sentada, mirando a Michael Jackson jugar videojuegos tranquilo con su hijo de 11 años. Por alguna razón no podía lidiar con la compañía de los adultos en lo absoluto.”
JOHN LENNON CONTRA ANDY WARHOL
“Una tarde en Nueva York, estábamos [junto a John Lennon] encerrados en mi suite en el hotel Sherry-Netherland, decididos a terminar una pila de cocaína, cuando alguien golpeó la puerta. (...) John me hizo un gesto para que me fijara quién era. Miré por la mirilla y mi reacción fue una mezcla de alivio e incredulidad. ‘John’, susurré. ‘Es Andy Warhol’,” escribió.
Lennon le hizo frenéticas señas para que no abriera la puerta ni respondiera. Elton, sorprendido, no entendía por qué.
“‘¿Tiene una puta cámara encima?,’ me preguntó. Miré por la mirilla y asentí. Andy llevaba su cámara Polaroid a todos lados. ‘Claro,’ dijo John. ‘¿Y querés que entre a sacar fotos cuando tenés toneladas de cocaína colgándote de la nariz?’”
Lennon tenía razón. “Volvimos a hacer lo que estábamos haciendo intentando ignorar el llamado del artista pop más famoso del mundo.”
STALLONE Y GERE A LAS PIÑAS POR LADY DI
Mientras trabajaba en El Rey León (“The Lion King”), Elton organizó una fiesta para Jeffrey Katzenberg, por entonces jefe de Disney, quien le rogó que invitara a Lady Di, recientemente separada del príncipe Carlos. A la fiesta también asistieron Sylvester Stallone y Richard Gere, que había terminado su relación con Cindy Crawford en esas semanas.
Diana estaba “encantada” con Gere y “terminaron sentados frente a la chimenea completamente atrapados en la conversación,” cuenta el cantante. “No noté la extraña atmósfera en la habitación. A juzgar por la forma en la que los miraba, la nueva amistad de Diana y Richard Gere no le caía nada bien a Sylvester Stallone.”
“David [Furnish] descubrió a Sylvester Stallone y Richard Gere en el corredor discutiendo, aparentemente a punto de resolver sus diferencias respecto a Diana con una pelea,” dice. “[David] Consiguió calmar las cosas haciendo como que no había notado lo que estaba pasando y llamándolos a cenar, pero Sylvester claramente no estaba feliz.”
“Nunca hubiera venido de haber sabido que el puto Principe Encantador iba a estar acá,” estalló el actor de Rocky, y agregó: “Si la quisiera la hubiera tomado.”
EL CELESTINO DE JOHN Y YOKO
“[John] tocó con nosotros en el Madison Square Garden en Acción de Gracias en 1974 con la condición que Yoko no fuera: todavía estaban separados. (...) Antes del show ella le mandó a John una gardenia que él usó en el ojal en el escenario,” contó.
“Después del show Yoko vino a los camarines. Terminamos todos en el hotel Pierre —John, Yoko, Tony [King, de Apple Records], John Reid y yo. No sentamos en una de las mesas y estábamos tomando un trago, y como si la situación no fuera lo suficientemente peculiar Uri Geller de repente apareció de la nada, vino a nuestra mesa y comenzó a doblar todas las cucharas y tenedores. Después empezó a hacer su acto de lectura de mente. Había sido un día bizarro. Pero en última instancia llevó a que John se reuniese con Yoko y tuvieran a Sean —mi ahijado—.”
ELIZABETH TAYLOR, CLEPTÓMANA
“Era increíblemente amable y acogedora, y era muy graciosa —tenía un sentido de humor sucio muy inglés—, pero tenías que cuidar los joyas cerca de ella,” escribió Elton. “Estaba obsesionada. Si estabas usando algo que le gustaba, te ibaa convencer que se lo dieras; entrabas en un vestidor usando un reloj Cartier y salías sin él, sin estar seguro de cómo había hecho para sacártelo.”