¿Qué harías si de la noche a la mañana te enterás que estás a cargo de una productora de películas porno? ¿y si se trata de un emprendimiento familiar del que nunca habías escuchado nombrar? Eso es lo que le pasó a Sofía (Natália Lage) en “Hard”, la comedia brasileña que estrenó sus nuevos capítulos en la pantalla de HBO. 

Dirigida por Rodrigo Meirelles y basada en la comedia francesa homónima, la historia sigue a Sofía, quien se recibió de abogada pero dejó su carrera para ocuparse del trabajo no remunerado del hogar y cuidado de su familia, tareas que históricamente asignó el sistema patriarcal y que buscan visibilizar los feminismos.

Sin embargo, en el primer episodio su marido sufre una muerte repentina, luego de un accidente doméstico. En medio del llanto y la crisis, en el velorio Sofía se entera que él mintió durante toda la vida sobre su profesión: era el dueño de la compañía Sofix, que produce películas pornográficas, y que ahora quedaba a su nombre. 

Quien le da la noticia es nada más ni nada menos que su suegra, Margot (Denise Del Vecchio), quien con 66 años es una de las fundadoras de la compañía. “La primera vez que leí sobre el personaje me encantó. Me dejó muy contenta la posibilidad de hacer este trabajo, en un universo que es tan diferente al que yo conocía”, comentó la actriz, en diálogo con Filo.News durante una conferencia de prensa.

Luego de dramas como “Doramundo” (1978) o “Lavoura Arcaica” (2001), la actriz, escritora, directora, dramaturga y profesora brasileña incursionó en la serie de comedia junto a un gran elenco como Fernando Alves Pinto como Pierre, Martha Nowill como Lucía, la argentina Natalia Dal Molin como Shana y Julio Machado como Marcello Mastro Duro.

“A mí nunca me había pasado de trabajar con comedia, y me pareció que ‘Hard’ era muy interesante”, relata Machado en la conferencia. Luego de trabajar en teatro y en programas como “Los días eran así” o “Viejo río”, cuenta que interpretar su personaje no fue nada fácil: se trata del actor porno estrella de la productora. 

“Yo pienso que el humor en la serie está en la situación. Es una cuestión de naturalizar una situación que para quien no es de ese universo no es tan natural; no queríamos ser payasescos o escandalosos. Nos invita a conocer el universo del porno de una manera completamente distinta a lo que estamos acostumbrados”, analizó Machado y coincide Denise: “Es un humor está en el texto, es muy delicado, muy inteligente”. 

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Los orígenes de la industria del cine porno en Brasil fueron de la mano de directores como Raffaele Rossi o Claudio Cunha. Según Evaldo Shiroma, de la Associación Brasileña de Empresas del Mercado Erótico (ABEME), el auge fue en 2001 y 2002, cuando comenzó a competir con Europa. "Brasil producía muchos filmes, tenía un contenido que interesaba al mundo entero”, decía a BBC.

En lo que respecta a las series, en Brasil se estrenaron producciones como “Magnífica 70” (2015), que explora la pornografía y la censura en el país durante la década del 1970. Esta vez, “Hard” llega en un contexto de conservadurismo bajo el gobierno de Jair Bolsonaro. “La serie está en un canal cerrado, en HBO. No sé realmente cómo hubiera sido en un canal abierto. Igualmente no es que crea un escándalo, solo muestra que existe ese universo”, analiza la actriz.

En uno de los episodios, Marcelo reflexionó sobre los prejuicios que enfrenta la industria y el "pudor que existe con las películas sobre sexo pero no las de guerra". Esos debates los tuvieron en cuenta en la producción de la serie, por lo que decidieron contratar actores y actrices porno que los ayuden en la construcción de los personajes.

“El escenario de Sofix era un galpón y había como cabinas donde se grababan las escenas. Cuando entré había una serie de objetos que jamás había visto en la vida”, recuerda la actriz y agrega Machado: “Tuvimos ahí la oportunidad de convivir con ellos, hablar con ellos, hacíamos ejercicios de escenas, pausas de café, convivir e intercambiar experiencias, eso creo que ayudó bastante. Mi personaje tiene muchas escenas de sexo, para mi era algo que tratar con mucho cuidado. Tuve la suerte de encontrarme con colegas que me ayudaron”.

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Históricamente la industria pornográfica está dirigida al público masculino; esto se puede ver al ingresar a cualquiera de los sitios de internet, con videos protagonizados por mujeres con cuerpos hegemónicos, donde se priorizan las fantasías de los hombres y no se tiene en cuenta, por ejemplo, el orgasmo femenino o cómo se vive realmente la masturbación.

¿Quién enseña a tener sexo? ¿qué se supone que es correcto y qué no? ¿quiénes son los protagonistas del deseo? Esas son algunas de las preguntas que se plantean en la serie, y que reflexionan los protagonistas. Según explicó Pornhub, en 2019 incrementó en promedio un 32% la participación de mujeres respecto del año anterior. En Argentina, por su parte, creció un 36% la participación femenina, y en países como Filipinas, Brasil y México, cuatro de cada diez usuarios son mujeres. En la pandemia cuarentena creció el consumo, e incluso la empresa dio acceso gratuito a su contenido.

“Muchas mujeres participaron del guion de la serie”, analiza De Vecchio, en relación a Juliana Rosenthal, Patricia Leme, Mariana Zatz y Laura Villar junto a Danilo Gullane, y continúa: “Por lo general el mundo porno va siempre para la audiencia masculina. El deseo femenino siempre quedó en segundo lugar. En mi generación los anticonceptivos marcaron un antes y un después en ese sentido. En el universo del porno se usa el cuerpo femenino como un objeto para la satisfacción masculina”.

Los feminismos sacaron a la luz este panorama para pensar el porno bajo perspectiva de género, y según Denise, reivindicar “la sexualidad como una cosa natural, normal”, donde esta vez nosotras seamos las protagonistas. Esto ocurre en la serie, donde las protagonistas que toman las decisiones son las mujeres, las que buscan cómo y a quiénes contar las historias, y que el placer no sea solo cosa de unos pocos. 

La pornografía con perspectiva de género busca poner a las mujeres como protagonistas del deseo, mostrar lo que nosotras queremos ver. Sí, se trata de hacerlo más real, acabar con la cosificación, el sexismo, la ostentación y sometimiento de la mujer. Erika Lust es una de las directoras y pioneras en este camino que no deja de crecer.

“Margot quiere ser una mujer libre, independiente, no quiere depender de la opinión ajena, de un hombre, de un casamiento. Ella tiene como inspiración la libertad, y eso es algo que me llama la atención, es algo que busco personalmente”, confiesa y sigue: “Pienso que el mensaje termina siendo hablar o pensar de la cuestión femenina en el placer sexual. La idea es liberarnos del tabú, de toda esa cuestión antigua, ancestral, tradicional que no nos deja gozar la vida, que no nos deja libres. Esta serie nos hace pensar en todo eso”.

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Para Machado, la serie apuesta a un punto clave en el debate: repensar las masculinidades. Esa tarea necesaria que debe interpelar en todos los ámbitos y también en el mundo porno. ¿Qué discurso enseña a los hombres? ¿Cuáles son los estereotipos de “macho” o de rendimiento sexual que reproduce la industria mainstream?

“Desde mi punto de vista como hombre pienso en el personaje de Marcelo, que reproduce la masculinidad cliché pero que enfrenta retos y desafíos para tratar de deconstruir esa figura o esa imagen”, reflexiona y sigue: “Si el hombre trata de reproducir lo que aprendió en la escuela tradicional del porno no va a encontrar un lugar en el mundo del futuro. Entonces pienso que la contribución tal vez es invitarlos a reflexionar”.

La serie “Hard” estrenó en febrero nuevos capítulos por la pantalla de HBO y HBO GO. Serán seis episodios de 30 minutos y ya tiene su tercera temporada confirmada.