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Fue Natasha Romanoff en ocho películas pero su film en solitario llegó recién este fin de semana en salas habilitadas y Disney Plus, tras postergarse reiteradas veces por la pandemia. Su estreno, simboliza una nueva era de representaciones, prepara el futuro de Marvel, y nos da la oportunidad de volver al cine.
La vimos por primera vez en "Iron-Man 2", cuando allá por el 2010, se infiltró a pedido de S.H.I.E.L.D, en las oficinas de Tony Stark (interpretado por Robert Downey Jr.). Su misión era evaluarlo para la iniciativa de Nick Fury (Samuel L. Jackson), pero eso lo sabríamos hacia mitad de película. Hasta entonces, su identidad era un misterio y su estrategia, nos revelaba su modus operandi. Y presentándose como Natalie Rushman, nueva asistente que ni Pepper Potts (Gwyneth Paltrow) sabía que iba a trabajar junto a ella, acaparó nuestra mirada y la del filántropo multimillonario cuando detrás de un rostro bonito noqueó de un golpe a Happy (Jon Favreau), al tiempo que él -desprevenido- le preguntaba si alguna vez había boxeado en su vida, moviendo los brazos en un pequeño ring ubicado en el despacho.
Esa es Black Widow y con esta primera escena, Scarlett Johansson no sólo marcó más de 10 años de historia en Marvel -con su cabellera rojiza, sus armas y su traje negro con logo del reloj de arena rojo que llevan las arañas justamente conocidas como viudas negras- sino que dejó sentada la fuerza de su personaje, única mujer entre los Vengadores y la más humana de ellos, o casi.
Y es que la misma Scarlett se esforzó para obtener el papel que iba a interpretar Emily Blunt ("Un lugar en silencio", "El diablo viste a la moda", "El regreso de Mary Poppins"); hasta se tiñó el cabello para convencer a Favreau -además de Happy director de la trilogía "Iron-Man"- de que era la indicada para llevar a la agente a la pantalla grande. "Resonaba conmigo. Es oscura y se ha enfrentado a la muerte tantas veces que tiene una profunda perspectiva del valor de la vida. Es una superheroína, pero también es humana. Es pequeña, pero es fuerte. Es difícil no admirarla", contó la actriz a un portal estadounidense en el marco del estreno de aquella película que le abrió las puertas para interpretar durante ocho films en total a Black Widow.
Le sucedieron "Los Vengadores" (2012), película que nos permitió echar un vistazo más en profundidad a sus métodos de manipulación y conocer su amistad con Clint Barton/Hawkeye (Jeremy Renner); "Capitán América y el Soldado de Invierno" (2014); "Avengers: era de Ultrón" (2015), clave para conocer detalles de su pasado y de la Habitación Roja; "Capitán América: Civil War" (2016). Acá, un parate: importante recordar que "Black Widow" se ubica temporalmente entre esta y las próximas películas que son "Avengers: Infinity War" (2018) y "Avengers: Endgame" (2019), que culminó con una escena épica en el desarrollo de su historia, escena que (*Spoiler alert*) es importante ver para entender la escena poscréditos de este nuevo film.
Todo este recorrido me parece fundamental para recordar, que mientras Marvel dedicó su presupuesto a la presentación de cada Vengador con una cinta en solitario -lo vimos con "Iron-Man" abriendo el MCU (Universo Cinematográfico de Marvel, por sus siglas en inglés, así se conoce a la interconexión de películas), luego con "Capitán América" y "Thor", y "Hulk" aunque con otro protagonista- Scarlett ya pateaba traseros, se escabullía entre pasillos obteniendo información, y calificaba si Tony Stark era o no apto como Avenger; aunque no tuviera película propia y poco se hablara de la representación de mujeres líderes y protagonistas.
En otras palabras, sabemos que "Black Widow" llegó recién este fin de semana a la cartelera de las salas de cine habilitadas a nivel mundial y con acceso premium en Disney Plus, pero a Natasha ya la conocíamos. Entonces, ¿por qué su película llega ahora? ¿y qué simboliza su estreno?
"Black Widow" estaba pensada como la película que iniciara la Fase 4 del MCU. Sin embargo, el estallido de la pandemia, el cierre de múltiples salas de cine la llevaron a postergarse una y otra vez, dejando incluso el 2020 vacante de estrenos para evitar pérdidas como las que sí afrontó el live action de "Mulán" (de Niki Caro). La Fase se abrió finalmente a inicios de 2021 con las series para Disney Plus: "WandaVision", "Falcon y el Soldado de Invierno" y "Loki"; pero aún así la película es la primera de esta Fase, que representa no sólo la nueva era de héroes sino un cambio de paradigma en sus historias.
Y que la película personal de Black Widow se estrene es una revancha. Su espacio vengado como mujer, la posibilidad de explorarla con mayor profundidad, pero sobre todo la oportunidad de hablar de temas sociales que nos convocan, algo a lo que Marvel le viene dando lugar justamente en esta Fase 4: con "WandaVision" el transitar las pérdidas y duelos; con "Falcon y el Soldado de Inverno" el racismo, patriotismo, guerra y políticas de Estado en su enfrentamiento con el comunismo, y con "Loki" abordando su identidad y amor propio, la posibilidad de elegir quién y cómo ser.
Como dijimos, "Black Widow" desarrolla los hechos que vive Natasha Romanoff posterior a lo que ocurre en "Civil War". Siendo una perseguida del Estado norteamericano por quebrar "los acuerdos de Sokovia" -que condicionaban a los Vengadores a obrar bajo las órdenes del Gobierno- el equipo está disperso, y Natasha escapa por su cuenta. Sin imaginar que ese escape será en realidad la posibilidad de reconstruir su pasado, paradójicamente, dejando de huir de éste, sanando las heridas de "la tinta roja que llevan sus libros", así como le cuenta a Loki (Tom Hiddleston) al interrogarlo en la celda de S.H.I.E.L.D en "The Avengers".
Su rumbo la lleva a reencontrarse con vínculos que dejó atrás cual su pasado, que le estallará en el rostro como el golpe que recibe de Yelena Belova, y atención a este personaje que interpreta con estilo y propio brillo la nominada al Oscar por "Mujercitas", Florence Pugh.
"Black Widow" homenajea lo mejor del cine de espías pero con una mujer a la cabeza, con pasajes de humor; dirección de la cineasta Cate Shortland ("Berlin Syndrome") y un elenco protagonista que completan David Harbour ("Stranger Things") como un simpático Red Guardian/ Alexei Shostakov a cargo de los pasajes de mayor humor del film, Rachel Weisz ("La Favorita") como Melina Vostokoff y la revelación de Ever Anderson -hija de la actriz Milla Jovovich- como Natasha cuando era niña.
Personajes que ponen el acento en la familia (la primera o la segunda, ya que Nat resalta varias veces haberla encontrado en el team Avengers), una con decisiones bastante cuestionables que rompen con el clan feliz americano. Si bien el personaje de Alexei es uno de los que genera más empatía por el humor, difícil es no señalar que fue quién entrega a las niñas a la Habitación Roja y que está ensimismado con sus días de gloria tras el suero del supersoldado y lo que pudo haber sido de no ser por Capitán América; lo mismo para el personaje de Melina, del que sospechás gran parte del film (acostumbrades a ese efecto Marvel de que la o el antagonista/villano aparezca como aparente "bueno" o con otras intenciones en la trama), científica creadora del método de control de las jóvenes que aplica en experimentos para cerdos, fuerte metáfora.
La desintegración del mundo como se lo conoce es otra de las líneas argumentales y con las que lidia Yelena dos veces: una creyendo en Alexei, Melina y Natasha como padre, madre y hermana. "Para mí era real", dirá en la mesa una vez que se vuelvan a ver los rostros. Para finalmente poder ser dueña de sus propias elecciones.
La película retrata las redes de explotación de mujeres en sus múltiples formatos metaforizándolo en la Habitación Roja, un programa de organización ruso que secuestra niñas para convertirlas en futuras asesinas. Y sobre este punto, la presentación de créditos iniciales logra un recorrido estremecedor.
En "La era de Ultrón", Natasha nos anticipa -tras el recuerdo que le trae el hechizo de Wanda (Elizabeth Olsen)- lo que Yelena amplía en la película con humor y de forma bastante gráfica al contárselo a Alexei: todas las jóvenes son sometidas a una histerectomía, para evitar cualquier contratiempo y que sus cuerpos sean más funcionales como asesinas.
Es así como una de las mayores fortalezas de la cinta es que trabaja con la capacidad de fortalecernos como mujeres a pesar de las opresiones. Importante tomar esto como mensaje esperanzador para no revictimizar víctimas, y no como slogan que impone fórmulas mágicas de superar lo que nos pasa, porque los traumas existen y muchas veces las heridas siguen ardiendo. Estas fortalezas se unen a otros tópicos narrativos como la libertad, la fuerza y la familia, eligiendo dónde y cómo conformarla; y la sororidad entre compañeras, porque en definitiva así es como nos salvamos.
Como contó en una entrevista con Total Film, Florence: "Parte de lo emocionante, para mí, es que mujeres y niñas de todo el mundo van a ver esto y van a ver una historia de abuso que realmente es desafiada por sus propias víctimas. Que una película de Marvel alcance todos esos niveles es muy emocionante. Verán a estas mujeres esforzarse y ser fuertes, y son asesinas y, sin embargo, todavía necesitan discutir de cómo se abusó de ellas. Es una obra increíblemente poderosa".
La película habla de crecimiento, grandeza y lo lleva a la pantalla constantemente con imágenes y la dualidad que compone su personaje. Natasha es niña y mujer -esa que conservó "el buen corazón"-, es su inocencia y la asesina que la convirtió en una de las agentes más astutas, capaz de "derrocar imperios por dentro" (como le dice Alexei); y a la vez quien une la grieta de los Vengadores. Con todos esos condimentos, la más humana del escuadrón.
"No creo que el dios del espacio se tome un Ibuprofeno después de una pelea", ironiza Yelena en una escena, en la que no podemos dejar de mencionar su burla de cómo posa Natasha cada vez que combate, guiño para fans.
A su vez, esta polaridad y similitud se ve plasmada en Taskmaster, quien posee la habilidad de precisamente imitar los movimientos de su oponente. Metáfora del simil con Natasha, más allá de sus aparentes diferencias.
Otra de las características bien propias de la Fase 4 son los legados. Por eso, el fin de la Fase 3 fue "Spider-Man: far from home" (*Spoiler alert*) con Peter Parker (Tom Holland) utilizando las gafas de Tony Stark, afrontando el duelo de su pérdida. Del mismo modo pero en diferentes héroes, el manto se pasa. Lo hizo Capitán América (Chris Evans) dejándole su escudo a Falcon (Anthony Mackie). Lo hará Thor con Jane Foster en "Thor: Love and Thunder" (2022), mientras que a Valquiria (Tessa Thompson) ya la asignó como gobernante del nuevo Asgard. Así, la historia de Natasha seguirá viva con Yelena.
Además de que la química entre Florence y Scarlett es otro de los puntos fuertes del film, lo atractivo es que ese legado no es únicamente lineal. ¿Cómo? ya que Yelena también le dejó algo a Natasha: y es precisamente el chaleco -que tiene muchos bolsillos-, esa primera compra que hizo una vez libre de la Habitación Roja, el símbolo de poder elegir cómo continuar viviendo, el que Natasha usa en "Infinity War". Datazo confirmado por la actriz en una de las entrevistas en torno al estreno.
El silbido, código entre las hermanas, también es un recurso potente y que se refuerza en la muy buena escena post-créditos. (*Atención spoileralert*) Yelena visita el altar simbólico para despedir a Natasha, donde es sorprendida por Valentina Allegra de la Fontaine (el misterioso personaje de Julia Louis-Dreyfus que conocimos en "Falcon y el Soldado de Invierno") quien le muestra una imagen de Barton/Hawkeye presentándolo como el asesino de su hermana. Antesala de ¿una venganza que se desarrollará en la serie del vengador?
La representación en sí misma es el legado para generaciones enteras que la miran. Florence una vez más inspira (como lo hizo con su Amy en "Mujercitas") y junto a Scarlett (y como sucedió con Wonder Woman y Capitana Marvel, y por qué no también con Cruella), millones de niñas y mujeres cuentan con otros modelos para reflejarse, identificarse y reconocerse como las películas deberían haberlo mostrado siempre.
En Argentina "Black Widow" fue de los primeros tanques (con "Rápidos y Furiosos 9") en estrenarse directamente en cartelera tras la apertura de los cines, que le costó el cierre de sus puertas al Cinépolis de Caballito, como el Arte Multiplex y el Cinema City General Paz. Y verla desde la butaca, un privilegio en sí mismo, el ritual de apagar las luces, proyectar, que la historia se cuente. El resto son sensaciones.
El film rompió un récord de taquilla en pandemia con una recaudación de 39,5 millones de dólares durante el primer día de exhibición en cines estadounidenses. Según datos de Marvel Studios, en total reunió 215 millones de dólares en todo el mundo: 80 millones de dólares provienen de la taquilla en Estados Unidos y Canadá, 78 millones del resto del mundo y 60 millones se han recaudado a través de acceso 'premium' de Disney+.
Producida por el presidente de Marvel Studios, Kevin Feige y por la propia Scarlett Johansson, con guión de Eric Pearson y Jac Schaeffer ("WandaVision"); "Black Widow" es una cinta sumamente entretenida, que llega como revancha para la heroína. Narrativamente la trama no es tan sustanciosa pero compensa con buenas escenas de acción, algunos pasajes de humor. Personalmente, esperaba y creo que faltó dedicarle mayor profundidad y desarrollo a la Habitación Roja, aunque entiendo la complejidad siendo una cinta que también está dirigida a las infancias.
Un final necesario e ingenioso por cómo conecta con los hechos que ya conocemos; para potenciar a las nuevas generaciones y a quienes la acompañamos durante su evolución, regalarnos una historia que desde hace años y (pandemia mediante) quisimos conocer.
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