Chico conoce a chica. Flechazo. Una serie de clichés de toda comedia romántica. Momento de tensión en el que todo parece perdido. Llega el instante de jugársela y por supuesto, el beso. Suena la música, plano que termina en las estrellas y... corte. 

Pasan los créditos. Martín y Vera terminan de ver el corto que protagonizaron hace siete años, cuando comenzó su historia de amor. Miran las imágenes de lo que hoy les parece un cuento algo distante, que cambió con el paso de los años, la rutina y sus desafíos profesionales.

Hoy cada uno está en su frecuencia. Ella se convirtió en una actriz reconocida, él aún espera que le llegue la oportunidad de brillar. Sus caminos comienzan a bifurcarse, aunque el cariño está, pareciera que no es suficiente. Ahí comienza la película.

Este jueves 7 de noviembre llegó a los cines "Amor de película", la ópera prima de Sebastián Mega Díaz, protagonizada por Natalie Pérez y Nicolás Furtado, con las participaciones de Guillermo Pfening y Vanesa Butera. Se trata de -como dice el slogan- una "segunda oportunidad para la primera impresión", una historia que toma a la comedia romántica como punto de partida para reflexionar sobre qué es el amor y cuán distante (o cercano) nos quedan los films que vemos en la pantalla.

¿Qué pasa después del "Y vivieron felices para siempre"?

Las comedias románticas son esas historias que, usualmente, sabemos cómo empiezan y también cómo terminan. Sabemos que ellos se van a conocer, que habrá onda pero que va a llegar la parte en el que uno la pifia feo. Aparece el momento de tensión, todo se puede complicar, hasta que finalmente, beso. ¿Y después? ¿Sigue la vida después de ese primer beso?

Por supuesto que sí y no justamente con música de fondo. "Amor de película" es esa historia que se comienza a contar después de los créditos, siete años después de ese primer beso de amor con el que inició todo.

"Las comedias románticas terminan con ese final feliz que es el primer beso, cuando en realidad es el enamoramiento, cuando conocés a alguien y está buenísimo pero quizás a los dos años no querés volver a ver a esa persona nunca más en la vida", menciona con humor el director Sebastián Mega Díaz en diálogo con Filo.News.

"La película muestra como el amor es eso que empieza después del final feliz. La idea era contrastar esos dos conceptos: el enamoramiento con el amor, que es lo que se construye todos los días con esfuerzo y que se desgasta, una promesa constante que hacemos, de las cosas más lindas que nos pueden pasar", asegura el director.

Hace quince años que el director Sebastián Mega Díaz comenzó a trabajar en su deseo de plasmar una historia en la pantalla grande, pero en cinco, terminó de concretar esa idea que le presentó a la productora de Silvia Rodríguez (Te digo que).

"Recuerdo que en una tarde del año 2014 escribí el germen de la película en una libreta", cuenta. "Tenía en mente una comedia romántica que se terminaba, pasaban los créditos, y los actores que habían participado en esa película se estaban viendo en la pantalla siete años después, y ahí se construía otro tipo de conflicto", asegura.

Una vuelta de tuerca: los guiños a la comedia romántica

Toda comedia romántica en algún punto nos resulta un disparate. Suceden situaciones que si las imaginamos en la vida real no tendrían sentido, y afrontarlas tendría un costo elevado. Bajarse del auto, abandonar los proyectos para jugársela y después todo se acomoda en la vida de los personajes como por arte de magia. ¿Cuánto hay allí de realismo? ¿Qué pasa cuando uno se baja del auto, lo deja todo por amor pero al final las cosas no salen tan bien?

"Un poco es ese chiste", menciona entre risas el director. "Hay un guiño en la película -en el plano alternado es espectacular- sobre esas corridas finales con música épica, cuando pensamos que todo se va a resolver. Ese guiño al género me parece muy divertido. Esa especie hasta de 'soberbia' que tiene la idealización del amor que se ve cuando el personaje de Martín (Furtado) le dice: 'Súbale a ese tema'. Siento que me como al mundo, pero en realidad la vida no es así", reflexiona. 

Sin embargo, uno cuando está enamorado muchas veces se siente así. "Por eso creo que las comedias románticas como género funcionan", comenta Mega Díaz. Uno se siente identificado con esa prepotencia vital que es sentirse enamorado, dueño de todo. Pienso que el amor es ese equipo que se construye con otra persona. Es humano, real, es levantarse con el otro y querer seguir haciéndolo mañana, pasado y todos los días", añade.

¿Es un "salto al vacío"?

Tomás Putruele (cantante de Banda de Turistas) compuso el tema original que musicaliza la película y es interpretado por Natalie Pérez. Canta: "Ahora sé, sé desde hoy, que un salto al vacío es el amor".

"En algún punto sí, el amor es un salto al vacío", responde Mega Díaz. "Creo que el 'salto al vacío' es lindo como concepto, tiene que ver con el animarse a las cosas pero sobre todo creo que la fuerza del amor tiene que ver con esa perseverancia", destaca.

Basado en una historia real: ¿Cuánto de autorreferencial tiene la película?

"Sería ingenuo no decir que la película tiene mucho de autorreferencial, de mi experiencia y de lo que uno va aprendiendo. "Me pasó que a los dieciocho años me había enamorado de una chica, fue mi primera novia y sentí que era el amor de mi vida. Todos nos enamoramos a esa edad y pensamos que será para siempre pero pasan los años, crecés y te das cuenta que no"", reflexiona Mega Díaz.

Son varias las experiencias y detalles personales incluidos en la película. "Me pasaba algo muy gracioso. Mientras estaba escribiendo el guión, de golpe el fin de semana estaba teniendo un diálogo muy parecido y lo incluía", mencionó.

Así como también hay fotografías de sus hijos, Mora y Félix, y de su abuelo en el decorado. Incluso hay un simpático guiño referido a su esposa, la fotógrafa María Betania. "Natalie (Vera) tiene un diálogo en el que dice que la fotógrafa que le sacó las imágenes de la obra que presenta le cayó súper", cuenta divertido. "Uno va poniendo mucho de uno en la película", asegura.

"Lo que sí pasó es que a mi esposa le dije en la primera cita: 'Esto ha sido una velada encantadora' (como Chico le dice a Chica) y la frase medio que quedó ahí, flotando. Ella se bajó del auto. Cuando estaba por entrar a su casa, pensé: 'Soy un boludo, va a creer que somos amigos'. Entonces apagué el motor del auto y saqué el celular como para mandarle un mensaje: 'Me quedé con ganas de darte un beso'. En ese momento veo en el espejo retrovisor que ella se asoma desde la puerta. Ahí dije: 'Es ahora o nunca'. Me bajé del auto, fui y le di un beso. Ahí empezó nuestra historia de amor, que es la misma con la que termina el corto", cuenta Mega Díaz.

Las actuaciones

Uno de los puntos más destacados de la película es la química entre los protagonistas, algo que si no fluye no se consigue fácilmente con las horas de ensayo. 

"Escribí la película pensando que la iba a hacer con mis amigos. Cuando Silvia (Rodríguez, productora) se interesó por el proyecto y comenzó a volverse algo que podría ocurrir en la realidad, me propusieron que elija al elenco. En esa selección siempre estuvieron Natalie y Nico", afirma el director convencido de la dupla.

Recomendada para ver en el cine

"Amor de película" es una de nuestras recomendadas. Una historia tierna y bien contada sobre las segundas chances, una comedia romántica que parodia a las comedias románticas. Las participaciones de Guillermo Pfening y Vanesa Butera le añaden un color interesante al film, que sabe lograr escenas conmovedoras y en muchas gana con humor. Un principio interesante y logrado.

No existe una sola historia de amor, no hay fórmulas para sentir, trasmitir, querer, ni vivir una relación. Muchas veces las comedias románticas plantean una forma de amor posible: hegemónico y muchas veces machista. "Amor de película" trata una historia en particular que puede sensibilizar, conmover y ser una entretenida aventura para ver.