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Cine y series #holocausto

A 75 años de la liberación de Auschwitz: 5 películas para entender el horror del Holocausto

El cine siempre trata de encontrarle sentido a las horrores inexplicables en la historia de la humanidad.  

A 75 años de la liberación de Auschwitz: 5 películas para entender el horror del Holocausto

El 27 de enero de 1945 el ejército soviético llegó a Auschwitz II (Birkenau) -conocido comúnmente con Auschwitz- y logró liberar a los más de 7.600 prisioneros que los soldados alemanes había dejado atrás antes de escapar con rumbo al Oeste. Birkenau se convirtió en el campo de concentración y exterminio que más víctimas se adjudicó durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el régimen de Adolf Hitler implementó la llamada “solución final”: el asesinato sistematizado de los judíos y otras minorías (entre ellos también presos políticos, enfermos, practicantes de otras religiones, homosexuales, disidentes) en Europa.     

Situado en Oświęcim, a unos 43 kilómetros al Oeste de Cracovia (Polonia), se estima que desde su apertura el 20 de mayo de 1940 fallecieron en sus instalaciones un total aproximado de un millón cien mil víctimas. En 1947 se estableció el Museo estatal Auschwitz-Birkenau, y en 1979 la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad, como uno de los lugares de mayor simbolismo del Holocausto (o Shoah).

El cine, la TV y la literatura -indispensables “El Diario de Ana Frank” y “Maus” de Art Spiegelman- se hicieron eco de este genocidio de diferentes maneras, pero no podíamos dejar pasar la oportunidad de dejarles estos ejemplos que ayudan a entender un horror que no está del todo erradicado en este mundo.

5. LA LISTA DE SCHINDLER (SCHINDLER'S LIST, STEVEN SPIELBERG, 1993)

Un día, Steven Spielberg sintió la necesidad de abandonar los géneros, la fantasía y a su niño interior, y ponerse más serio para, finalmente, ganarse el cariño de los votantes y arrasar con los premios de la Academia. Mucho más maduro, como persona y cineasta, decidió contar la historia de Oskar Schindler (Liam Neeson), un empresario colaboracionista del partido Nazi que, a través de su fábrica y unas cuantas jugarretas, logró salvar a más de 1.100 judíos (y las generaciones que les siguieron) de ser exterminados en el campo de concentración de Auschwitz. Al emplearlos y ponerlos bajo su cuidado y protección, a cambio de sobornos y otras yerbas, Schindler logró recuperar un poquito de su alma codiciosa, aparentemente, sólo preocupada por sí mismo. Spielberg se la juega con una historia en blanco y negro (para él el Holocausto nunca podría verse a color) y emociona a todos con un relato que lo toca bien de cerca.

4. LA OLA (THE WAVE, ALEXANDER GRASSHOFF, 1981)

Nos alejamos del Holocausto, pero nada mejor para entender la “cultura de masas” que devino en el odio y la xenofobia que se extendió por Europa, que este especial educativo para TV basado en un experimento realizado por el profesor Ron Jones (titulado “La Tercera Ola”) en abril de 1967. Alex Grasshoff ambienta su historia en épocas más modernas, mostrando como el maestro de estudios sociales Ben Ross (Bruce Davison) intenta explicarle a sus jóvenes alumnos de secundaria los peligros del fascismo, y cómo fue posible que la población alemana terminara aceptando las atroces acciones del régimen Nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Dennis Gansel también se despachó con su propia versión en 2008.

3. AMEN. (COSTA-GAVRAS, 2002)

Basado en la obra teatral “El Vicario” de Rolf Hochhuth, el realizador franco-griego intenta echar un poco de luz sobre la ¿supuesta? complicidad entre la Santa Sede y otros tantos países que hicieron la vista gorda ante las atrocidades cometidas por el régimen Nazi, más precisamente, el asesinato sistematizados de seis millones de judíos y otras minorías. Por un lado, tenemos al ingeniero Kurt Gerstein (Ulrich Tukur), hombre de familia y cabeza del Departamento de Higiene que termina proveyendo el Zyklon-B -el gas utilizado en las cámaras de exterminio- sin conocer su verdadero propósito. Gerstein llega hasta el mismísimo Papa con su denuncia, y así conoce al joven cura jesuita Riccardo Fontana (Mathieu Kassovitz), quien se convierte en nexo ante los líderes del Vaticano. Lo que atestiguan ambos hombres los obliga a replantearse sus lealtades y su fe, aunque poco puedan hacer para cambiar el curso de los acontecimientos.

2. EUROPA EUROPA (AGNIESZKA HOLLAND, 1990)

Parece ficción, pero es pura realidad. La película de dirigida por Agnieszka Holland se basa en la autobiografía de Solomon Perel, un joven judío que logró escapar del exterminio nazi haciéndose pasar por un leal miembro de la juventud hitleriana. El viaje de Solek (Marco Hofschneider) comienza durante la “Noche de los Cristales Rotos” cuando debe escapar junto a su familia ante la invasión de los alemanes a Polonia. ‘Sally’ y su hermano se terminan separando en la zona ocupada por la Unión Soviética, y para evitar ser asesinado cuando llegan los nazis finge ser un alemán llamado Josef Peters. Mantener las apariencias no es fácil, sobre todo cuando se está rodeado de enemigos. Igual, el joven Sally va encontrando aliados a lo largo de su travesía, descubriendo que no todos los alemanes están tan de acuerdo con las políticas de su líder.

1. EL HIJO DE SAUL (SAUL FIA, LÁSZLÓ NEMES, 2015)

Ganadora del Oscar a Mejor Película Extranjera en 2016, este drama húngaro se centra en Saul Ausländer (el enorme Géza Röhrig), uno de los tantos prisioneros que trabajan para el Sonderkommando (un grupo especial que tras cuatro meses de tareas es aniquilado) dentro de las “duchas” de Auschwitz. Durante dos larguísimos días, Saul se autoasigna una misión muy especial y peligrosa: salvaguardar y enterrar, con la ayuda de un rabino, el cuerpo de un pequeño niño el cual cree es su propio hijo. Relatos sobre el Holocausto hay un montón, pero pocos tan desgarradores como este. Una historia de locura y supervivencia que muestra las miserias de la guerra, la crueldad de los hombres y, por el contrario, también aquello que los aferra a su humanidad.

BONUS TRACK: EL GRAN DICTADOR (THE GREAT DICTATOR, CHARLES CHAPLIN, 1940)

En una época donde el cine sonoro estaba en pleno auge, Charles Chaplin todavía insistía con sus películas mudas. Este nuevo artilugio tecnológico lo terminó venciendo y así llegó “El Gran Dictador”, su primer film hablado y el de mayor suceso. Todo un adelantado a su tiempo (Estados Unidos todavía no se había sumado a la contienda bélica), Carlitos no ahorró en críticas (y sátiras) hacia la Alemania nazi, el fascismo y el antisemitismo, contando la historia de Adenoid Hynkel -una más que evidente parodia de Adolf Hitler-, un dictador que busca expandir su imperio, y un barbero judío que trata de evadir la persecución que sufre a causa de este régimen político. Chaplin se pone en la piel de ambos personajes y nos arranca risas y lágrimas por igual, demostrando que estas historias no son excluyentes del drama.

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