Fue la última película basada en un cuento de hadas que estuvo producida por Walt Disney en persona, y la que sentó las bases para el Renacimiento del estudio 40 años después. Pero en esa época, la división de animación de Disney no estaba pasando por su mejor momento, y comenzaba un proceso de decadencia que casi culmina en el cierre definitivo de sus puertas.
Hoy nos parece increíble que uno de los más grandes clásicos de la animación haya sido considerado un fracaso en su momento, pero -como muchas grandes historias de éxito- el recorrido de “La Bella Durmiente” no fue fácil. Eran los años cincuenta y Waltestaba diversificando en sus parques de atracciones, dejando casi toda la producción animada en manos de su equipo.
Desde que empecé a hacer películas, soñé con darle vida a la “Bella Durmiente” a través de la animación.
Confiado en el potencial de la historia, y quizás alentado por el éxito de “Cenicienta”,Disneyregistró el título “SleepingBeauty” para su proyecto en 1950, nueve años antes de su lanzamiento. Ese proceso de producción larguísimo de casi una década resultó ser uno de los más caros para el estudio, con un presupuesto total de 6 millones de dólares y una recaudación en taquilla de solo la mitad, ya que sus condiciones de proyección eran muy específicas.
Pero en las décadas siguientes la película seguiría recaudando ingresos en sus sucesivos lanzamientos, gracias a un impecable trabajo de producción que se revalorizó con el tiempo, convirtiéndola en un ícono en la historia de la animación. Hasta el día de hoy, es uno de los largometrajes animados más elaborados y cuidadosamente planificados de todos los tiempos, y eso se refleja en cada detalle.
Decidido a innovar siempre, Walt le encargó el diseño de producción al pintor Eyvind Earle, quien le dio a la película su impronta visual tan particular. Combinando influencias del Gótico francés, italiano y pre-Renacentistas con su propio estilo de realismo abstracto, le aportó ese toque elegante que la distingue de otras producciones de Disney. Además fue el primer largometraje animado en usar la tecnología Technirama 70 y Earle pintó a mano decenas de fondos para este formato de pantalla panorámica.
El diseño de personajes estuvo a cargo de Marc Davis, quien no solo creó a la estilizada Aurora, sino a su némesis, una de las villanas más icónicas de todos los tiempos. La maldad toma forma en la figura de Maléfica, inspirada por una pintura religiosa en un libro de arte checoslovaco que consultó Davis para su trabajo. Los cuernos en su cabeza y las alas alrededor de su cara prefiguran el dragón en el que se convertirá más tarde, en el clímax de la película.
Tal fue la fascinación que despertó esta villana, que el interés por su figura perduró en el tiempo y más de medio siglo después, Disney decidió dedicarle su propia película (o películas, en plural) para contar su historia de origen. El retelling de Maléfica reconfiguró casi por completo la historia de La Bella Durmiente, cada vez más lejos del siniestro cuento original de Charles Perrault, popularizado por los hermanos Grimm.