Amado, odiado, polémico. Johnny Depp nunca pasa desapercibido, tanto delante como detrás de las cámaras. El actor arrancó su carrera con pequeños papeles en “Pesadilla en lo Profundo de la Noche” (A Nightmare on Elm Street, 1984) de Wes Craven y “Pelotón” (Platoon, 1986) de Oliver Stone, pero saltó definitivamente a la fama y la popularidad de la mano del oficial Tom Hanson en la serie “Comando Especial” (21 Jump Street, 1987-1991).
Cansado de ser la estrella carilinda, Depp empezó a explorar otras opciones más independientes y arriesgadas, hasta que conectó con Tim Burton y ambos comenzaron una cadena de colaboraciones (ocho hasta la fecha) que se volvió una marca registrada en sí misma. Claro que nada de esto es garantía de calidad y, como en casi todas las trayectorias, acá también hay altos y bajos.
Dejando de lado (por un rato, nomás) sus acusaciones por maltrato -una novela que no parece tener fin, pero que no se puede tomar a la ligera-, decidimos remarcar la fecha de su 57° cumpleaños, destacando algunos de sus mejores interpretaciones.
EL JOVEN MANOS DE TIJERA (Edward Scissorhands, Tim Burton, 1990)
El tándem Deep-Burton nos regaló un abanico de grandes personajes y benefició recíprocamente la carrera de los dos artistas, más que nada, durante la década del noventa. El joven Edward no es la excepción, porque todos sucumbimos ante ese “monstruo” querible e incomprendido en busca de su lugar en un mundo que no está tan preparado para recibirlo con los brazos abiertos. La fábula romántica -gótica y trágica- centrada en este amable y solitario autómata, que curiosamente tiene tijeras en lugar de manos, logra su eficiencia gracias a la maestría y visión del director (el oscuro cuento de hadas con el sello Burton) y a la ingenuidad, el grotesco y el humor que le agrega su protagonista.
¿A QUIÉN AMA GILBERT GRAPE? (What's Eating Gilbert Grape, Lasse Hallström, 1993)
Johnny deja de lado el maquillaje y los cuentos de hadas (por un ratito) para sumergirse en un drama familiar lleno de empatía y buenas intenciones. Gilbert es el “hombre” de una familia de clase trabajadora, de un pequeño pueblito venido a menos del que le gustaría escapar a toda costa. Habiendo crecido sin una figura paterna, el muchacho se hizo cargo de todas las responsabilidades, incluyendo una madre con obesidad mórbida y un hermano con problemas de desarrollo mental. Pero sus perspectivas cambian cuando conoce a Becky (Juliette Lewis), una jovencita de espíritu libre que le enseñara a apreciar las pequeñas cosas de la vida. Deep está genial en su personaje austero y casi minimalista, a pesar de que Leonardo DiCaprio se atrevió a robarle cámara durante toda la película.
ED WOOD (Tim Burton, 1994)
Tan bizarra y atrevida como el mismísimo personaje detrás del pulovercito rosa, a Depp le cayó como anillo al dedo representar la icónica figura de Edward D. Wood Jr. (una vez más) bajo las órdenes de Tim Burton, en una época donde el bromance entre los dos todavía daba grandes frutos cinematográficos. La biopic se centra en este ambicioso realizador que solo buscaba hacer realidad sus sueños, más allá de la falta de apoyo financiero. Lamentablemente, terminó catalogado como “el peor director de todos los tiempos”, aunque igual trascendió con sus obras de culto y su extravagante personalidad. Deep no deja de impregnar a su alter ego con cierta ternura… y esa locura desbocada a la hora de filmar, por ejemplo, “Plan 9 From Outer Space” (1959) junto a sus grandes amigos Bela Lugosi, Vampira o Tor Johnson.
PÁNICO Y LOCURA EN LAS VEGAS (Fear and Loathing in Las Vegas, Terry Gilliam, 1998)
Depp tiene varios personajes reales en su currículum, incluyendo al agente del FBI Joe Pistone y los criminales Whitey Bulger y John Dillinger. En esta oportunidad, se convierte en la versión alucinógena de Hunter S. Thompson para protagonizar la adaptación de la novela homónima (y autorreferencial) del reconocido escritor y periodista. Esta comedia negrísima relata el viaje (en todo sentido) del reportero Raoul Duke (Depp) y su abogado, el inestable y misterioso Dr. Gonzo (Benicio del Toro), por el desierto rumbo a Las Vegas… y al corazón de la decadencia americana en plena guerra de Vietnam. La pareja debe cubrir una carrera de motocicletas, pero solo logra meterse en un sinfín de situaciones complicadas, reforzadas por los extraños personajes que se cruzan en su camino, y un arsenal de drogas que disparan un ejército de alucinaciones, tan estrambóticas como terroríficas.
LA SAGA DE PIRATAS DEL CARIBE (Pirates of the Caribbean, 2003-2017)
Para la quinta entrega de la saga, el chiste (y el personaje) se volvió un tanto repetitivo y predecible pero, en un comienzo, todos pensamos que el pirata Jack Sparrow era lo más divertido que le había pasado al cine de aventuras en muchísimos años. Pese a quien le pese, y teniendo en cuenta el inestable presente del actor, este corsario desvergonzado, traicionero y “borrachín” se convirtió en uno de los grandes representantes de la cultura pop de los últimos tiempos, todo gracias a la efervescente personalidad de Johnny, quien logró trasformar una fantasía mediocre -basada en una atracción de Disneyland- en una mega franquicia millonaria que parece no tener fin… aunque él ya no esté en los planes futuros de la compañía del ratón.