Mientras caminaba por la calle una tarde, un hombre desde su auto le gritó a Callie Khouri que le hiciera sexo oral (no con esas palabras, por supuesto). La guionista se quitó los lentes, lo miró a los ojos y le dijo respondió que le gustaría dispararle en la cara. Ese encuentro generó en Khouri la necesidad de contar una historia basada en la simple idea de un mundo en el que las mujeres pudieran responder a estos acosadores como quisieran.

“Thelma & Louise” se estrenó el 24 de mayo de 1991 y generó una revolución en Hollywood. La película protagonizada por Geena Davis y Susan Sarandon es una historia de amistad, empoderamiento y liberación que horrorizó a parte de la crítica especializada y fue celebrada como una historia de “venganza femenina” por movimientos feministas.

La película no solo está protagonizada por dos mujeres, sino que son mujeres de mediana edad (35 y 45 años), fuera de los estándares de belleza de Hollywood en aquella época. Los hombres de la historia son irrelevantes y existen únicamente como un vehículo de las motivaciones de las protagonistas, ya sea como parte de un matrimonio fallido, como interés romántico o como una amenaza.

“Thelma & Louise” mira el mundo desde una perspectiva femenina como no lo había hecho ninguna historia hasta el momento, a punto tal que cuando Louise asesina al hombre que estaba por violar a Thelma y esta propone entregarse, su compañera le recuerda que todo el bar los vio bailando toda la noche y nadie va a creer que no hubo consenso. 

“¿Quién va a creer eso? No vivimos en ese mundo,” sentencia Louise.

En una columna titulada “¿Esto es el feminismo?” publicada en 1991, la periodista Margaret Carlson opina que aunque la película representó un cambio de paradigma en Hollywood, una industria que ha estado “muy ocupada haciendo películas acerca de tontas, prostitutas, traicioneras e histéricas y celebrando a los misóginos que las matan”, “Thelma & Louise” dificilmente pudiese ser llamada una “película para mujeres o con sensibilidad femenina.”

Calrson alega que durante la historia las protagonistas se liberan peor a partir de una búsqueda tan “salvaje y autodestructiva” que las lleva a lanzarse del fin del mundo. La periodista se refiere al final de la película en el cual Thelma y Louise, encerradas por la policía, deciden acelerar hacia un acantilado — una secuencia parte del movimiento feminista identificó como un castigo a las mujeres que desafían al mundo machista en el que viven. La guionista Callie Khouri disiente:

“Para mí el final es simbólico, no literal,” dijo en su libro “Thelma and Louise y algo de qué hablar (Guiones)”. “Hicimos todo lo posible para asegurarnos de que no se vea una muerte literal (...). El espectador se queda con la imagen de ellas volando. Volaron fuera de este mundo y hacia la conciencia colectiva. Las mujeres que están completamente libres de todas cadenas no tienen lugar en este mundo. El mundo no es lo suficientemente grande para ellas.”

“Thelma & Louise” fue un modesto éxito de taquilla pero obtuvo seis nominaciones a los premios Oscar en las categorías de actriz protagónica (para Geena Davis y Susan Sarandon), dirección, fotografía, edición y la única en la que resultó ganadora, guión original. La celebración de la crítica, la Academia y el público hacían pensar que la película iba a resultar un punto de quiebre para la industria y sin embargo poco ha cambiado en el último cuarto de siglo. 

El Instituto de Género en los Medios de Geena Davis analiza desde hace años la representación femenina y de las minorías en Hollywood y los porcentajes continúan en niveles alarmantes. Los datos recogidos en la década entre 2007 y 2017 arrojan que, entre las cien películas más populares de ese año, solo el 28 por ciento de las historias en el cine tienen una mujer en el papel principal y su representación por género fluctúa entre el 9 por ciento (en acción) y el 28 por ciento (comedia), con máximas de 55 por ciento en terror (donde suelen representar al objetivo de la amenaza) y 46 por ciento en romance.

La presencia femenina tampoco ha aumentado significativamente detrás de cámara. El portal Women and Hollywood, a partir de los datos del Centro de Estudio de las Mujeres en la Televisión y el Cine, asegura que entre las cien películas más taquillera de 2018 se encontró un 4 por ciento de directoras, 15 por ciento de guionistas y menos de 20 por ciento de productoras. 

El portal también destaca que en la historia de los premios Oscar solo cinco mujeres han sido nominadas en la categoría de mejor director y solo una (Kathryn Bigelow) ha ganado, mientras que Rachel Morrison ha sido la única directora de fotografía nominada para un premio de la Academia.

La retroalimentación se confirma a través del estudio titulado “Es un mundo (de celuloide) de hombres: Representación de Personajes Femeninos en las principales 100 películas de 2017”, que establece que en las producciones con una mujer en la dirección o en el guión el porcentaje de mujeres en papeles protagónicos ascendió a 45 por ciento, al igual que el de mujeres en el rol principal (48 por ciento) y el de personajes femeninos con diálogo (42 por ciento) —  en las películas con director o guionistas masculinos los roles principales caen al 20 por ciento. 

En 2017 “La Mujer Maravilla” se convirtió en un hito en Hollywood por ser una de las primeras producciones con un presupuesto superior a los cien millones de dólares dirigida por una mujer (la primera había sido “K-19: The Widowmaker” de Kathryn Bigelow) y obtuvo el récord de recaudación durante su primer fin de semana para una historia con una protagonista.

La película dirigida por Patty Jenkins no fue la primera historia de superhéroes protagonizada por una mujer —“Elektra” (2005, Rob Bowman) y algunas otras la preceden— pero representó un punto de quiebre porque recibió críticas superiores al resto de las producciones de DC y demostró que esas historias pueden ser también un éxito de taquilla. Marvel, con todo lo bien que ha manejado su universo cinematográfico, tardó mucho más en darle una chance a una de sus muchas heroínas: “Capitana Marvel” se conviritó en la primera película protagonizada por una mujer que también representó el debut de una directora en la franquicia (Anna Boden, quien co-dirigió y escribió el guión junto a Ryan Fleck).

Hoy “Capitana Marvel” es la primera película live action dirigida por una mujer que superó los mil millones de dólares en la taquilla y junto a “Frozen” son las únicas dos dirigidas por mujeres entre las 39 producciones que han alcanzado esa marca en la historia.

“Thelma & Louise” fue disruptiva y se sintió en 1991 como el comienzo de una revolución que Hollywood se encargó rápidamente de dilapidar para regresar al status quo. Algo similar sucedió con “Los juegos del hambre”, “Frozen” y “La Mujer Maravilla”, éxitos de taquilla protagonizados por mujeres que no consiguieron trasladarse a un movimiento más abarcativo.

Quizá sea 2019, después de “Capitana Marvel” y películas recientes y tan diferentes como “Viudas”, “Eighth Grade”, “Can you ever forgive me?” o “Tully”, el momento del cambio. Si el mundo de 1991 no estaba listo para ello no quedan dudas que el de hoy lo está exigiendo. Como dijo la propia Davis en una entrevista en 2015:

“Creo que las mujeres en la industria son notables. Mucha gente se está sintiendo mucho más cómoda diciendo que no es justo.”