El alzheimer es la enfermedad neurodegenerativa más frecuente y se caracteriza por la pérdida progresiva de distintas funciones cognitivas. En la actualidad, muchos grupos de investigación están focalizados en encontrar medicamentos y fórmulas que ayuden a prevenir y disminuir los distintos síntomas que aparecen con esta enfermedad, como la pérdida de memoria y los trastornos conductuales.
A su vez, el Alzheimer está caracterizado por distintas marcas patológicas: agregados extracelulares de la proteína beta-amiloide y de la proteína tau.
Hace unos meses salió una importante publicación en la cual se observaron mejoras en un modelo de ratón que presenta las características propias del Alzheimer. Lo sorprendente es que estas mejoras no se lograron con una nueva droga, sino a través de una sencilla intervención: una estimulación auditiva a 40 Hz de una hora diaria durante una semana.
A nivel conductual, la estimulación fue suficiente para ver aumentos en la memoria de tareas espaciales, para las cuales se sabe que el hipocampo (área del cerebro con un enorme parecido en su forma a un “Caballito de mar”) tiene una importante participación. Al mismo tiempo, se vio disminuida la cantidad de beta-amiloide y de tau tanto en la corteza auditiva (área cerebral encargada del procesamiento auditivo) como en el hipocampo.
Por último, en este mismo trabajo los investigadores superpusieron a la estimulación auditiva una estimulación visual, también a 40 Hz. Esta segunda estimulación le sumó a los beneficios ya encontrados una disminución de estas proteínas en otra área cerebral afectada por el Alzheimer: la corteza prefrontal medial.
Los hallazgos sugieren que la estimulación auditiva y visual generan efectos en distintos tipos de células y distintas regiones cerebrales que podrían contribuir a atenuar patologías relacionadas con la enfermedad de Alzheimer.
*Becaria doctoral CONICET.