Luxemburgo se convirtió en el primer país del mundo en ofrecer transporte público gratuito, una medida que tiene como principal objetivo reducir las congestiones de tránsito y las emisiones contaminantes.
Desde el fin de semana pasado, el pequeño reino europeo eliminó las tarifas de trenes, tranvías y autobuses. Además de los efectos positivos para el medioambiente, también buscan apoyar a los ciudadanos con bajos niveles de ingresos.
Los viajes de clase estándar en transporte público tenían un valor anual de 440 euros y ahora serán gratuitos. Aunque los pasajeros que quieran viajar en primera clase podrán hacerlo abonando 660 euros al año.
“Para las personas con bajos ingresos o el salario mínimo, para ellos es realmente sustancial”, explicó el ministro de transporte, Francois Bausch, quien aseguró que “la razón principal es tener una mejor calidad de movilidad, y luego, la razón secundaria es claramente también el problema ambiental”.
En Luxemburgo hay poco más de 600.000 habitantes, pero 214.000 que viajan todos los días para ir a trabajar desde Alemania, Bélgica y Francia, lo que provoca atascos de tráfico, ya que la mayoría de los trabajadores viajan en auto.
Más de la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero de Luxemburgo provienen precisamente del transporte.
El gobierno espera que el 65% de los que viajan diariamente sigan usando el automóvil en 2025, en comparación con el 73% en 2017.