Una de las marcas que se destaca por sus lujosos vehículos es Rolls-Royce, que además ofrece accesorios opcionales para sumar al diseño convencional aportando más exclusividad.
En 1960 apareció por primera vez lo que la firma denomina como Espíritu del Éxtasis, que es un emblema o estatuilla que se instala en el centro del capó. Por entonces lo lucía el Rolls-Royce Gost.
Fabricado en oro, plata o acero inoxidable, esta pequeña escultura ha ido evolucionando hasta iluminarse; lo que trajo un problema porque va en contra de las reglas de la Unión Europea.
La estatuilla ha sido prohibida y, en consecuencia, Rolls-Royce tendrá que reembolsar a los propietarios afectados el dinero que invirtieron en este exclusivo accesorio, que puede rondar los 4.000 euros.
El motivo por el que no podrá utilizarse es que la escultura iluminada no cumple con las nuevas regulaciones de contaminación lumínica de la UE.
Los clientes podrán elegir entre un reembolso o pedir que les instalen una escultura de plata en lugar de la afectada. También podrán optar por otro accesorio del catálogo del mismo valor.