Finalmente, tras una misión enviada la semana última, la Unión Europea afirmó que no hay “condiciones para un proceso electoral democrático” en Venezuela, tras enviar la semana pasada una misión al país caribeño, que invitó al bloque a observar los comicios parlamentarios de diciembre próximo.
“No existen las condiciones para un proceso electoral democrático”, afirmó el embajador de la UE en Estados Unidos, Michael Curtis, ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington.
La UE envió la semana pasada dos diplomáticos a Venezuela con el propósito de intentar mejorar las condiciones para las elecciones legislativas programadas para el domingo 6 de diciembre.
La subsecretaria adjunta de Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Carrie Filipetti, criticó especialmente al jefe de la diplomacia de la UE, el español Josep Borrell, y advirtió que una negociación con el gobierno del presidente Nicolás Maduro “no es una solución”.
“La misión fue un desarrollo natural de los esfuerzos diplomáticos y no representa de ninguna manera un cambio en la política de la UE en Venezuela”, explicó Curtis.
El diplomático detalló que “70% de la misión estuvo dedicado a grupos de la oposición y de la sociedad civil”, y aseguró que el mensaje a la administración Maduro “fue claro y no cambió”.
En este sentido, públicamente Nicolás Maduro invitó a la UE y a la ONU a observar las elecciones parlamentarias con el objeto de minimizar la abstención anunciada por la mayoría de la oposición que, según encuestas recientes, estaría por cerca del 40% de la ciudadanía.
El aplazamiento podría favorecer la participación ciudadana y la concurrencia de los grupos opositores que están dispuestos a hacerlo pero aún tienen poco apoyo, pero al mismo tiempo causaría un problema legal, pues el mandato de los actuales miembros de la Asamblea Nacional vence constitucionalmente el 5 de enero próximo.
La Asamblea Nacional es el aparato legislativo de la República Bolivariana de Venezuela. Con sus contrapuntos históricos, emerge de la reforma Constitucional que impulsa Chávez en el año 1999.
La Asamblea Nacional Constituyente por su parte es el síntoma del deterioro institucional que el chavismo transita desde la figura del Presidente Nicolás Maduro.