El presidente estadounidense Donald Trump firmó el viernes 25 de agosto un decreto que ordena al Pentágono detener nuevos reclutamientos de personas transgénero, aunque deja al Departamento de Defensa a cargo de decidir sobre los casos de quienes ya están inscriptos.
En el documento, dirigido al secretario de Defensa Jim Mattis, Trump subrayó también que el Pentágono dejará de tener a cargo los tratamientos médicos de los militares transgénero en las Fuerzas Armadas.
El presidente había anunciado a finales de julio en Twitter su intención de prohibir a las personas transgénero servir en el Ejército, criticando el "tremendo costo médico y los trastornos que representan".
Esta polémica decisión se contrapone a la de su predecesor, Barack Obama, quien había decidido que las Fuerzas Armadas comenzaran a recibir reclutas transgénero a partir de 1 de julio de este año.
Las cifras estimativas del Pentágono indican que entre 1.250 y 15.000 personas transgénero sirven en las diversas ramas de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, que en su totalidad abarcan a 1,3 millones de uniformados activos.
Esta medida podría tener un impacto en algunas unidades, pero los observadores temen sobre todo por las repercusiones negativas en la imagen del Ejército, particularmente entre los jóvenes, que podrían dudar de inscribirse en una institución percibida como discriminatoria.