Un sismo de magnitud 6 en la escala abierta de Richter se registró el domingo 3 de diciembre en la provincia del Manabí que, junto a la de Esmeraldas, en la costa de Ecuador, fue la más afectada por el terremoto de 7,8 grados en abril de 2016, como informó el Instituto Geofísico sin alertar de daños considerables.
El temblor ocurrió a las 06.19, hora local (11.19 GMT), a 0,46 grados de latitud sur y a 80,33 grados de longitud oeste, y a una profundidad de 39,95 kilómetros, indicó la fuente en su red social Facebook.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, pidió calma a la ciudadanía a través de su cuenta de Twitter.
"Hermanos manabitas, estamos pendientes de ustedes. Sismo de 6 grados. Al momento no tenemos víctimas que lamentar, ni daños materiales considerables. He dispuesto instalar #COE provincial. Mantengamos la calma e informémonos por canales oficiales. #Temblor", escribió Moreno.
El presidente añadió que los primeros reportes "ratifican la no existencia de víctimas. Proyectos de reconstrucción en perfecto estado. No se registran daños estructurales en represas. Se está trabajando en subestación Tosagua para restablecer energía eléctrica. Seguimos monitoreando".
La Secretaría de Gestión de Riesgos expresó en un comunicado que el sismo se sintió en las provincias de Manabí, Guayas, Los Ríos, El Oro, Santo Domingo de los Tsáchilas, Pichincha, Chimborazo, Imbabura, Esmeraldas y Tungurahua.
La secretaria de Gestión de Riesgos, Alexandra Ocles, declaró a la televisión "Ciudadana" que, hasta el momento, no hay información de daños estructurales, aunque sí se produjeron algunas fisuras leves en ciertas viviendas.
El Instituto Oceanográfico de la Armada informó de que el sismo no reúne las condiciones para generar un tsunami en las costas ecuatorianas ni en la región insular de Galápagos.
El Sistema Integrado de Seguridad (ECU 911) avanza en la reunión de información de posibles daños causados por el seísmo en la provincia de Manabí, una zona de atracción turística en el país andino.
El 16 de abril del año pasado, un terremoto de magnitud 7,8, uno de los más fuertes de la historia de la nación andina y que afectó zonas de la provincia de Manabí y al sector sur de su vecina de Esmeraldas, causó más de 670 muertos, miles de afectados y millonarias pérdidas.