En el marco de la campaña electoral, Alberto Fernández fue entrevistado en El Destape y se expresó sobre las políticas económicas que llevaría adelante de ser elegido presidente, además de lanzar numerosas críticas a las que son llevadas actualmente.
"La gente no esta ganando, ganan los bancos que compran Leliqs y las empresas de energía" dijo el precandidato del Frente Todos.
La más sorpresiva, y que puso tenso a más de uno, fue su comentario sobre el pago de intereses de las Leliq. En referencia a la necesidad de aumentar las jubilaciones y recomponer el salario, Roberto Navarro le preguntó de dónde sacaría el dinero para esto y Fernández contestó: "Vamos a dejar de pagar los intereses de leliqs que está pagando la Argentina todos los días".
Si bien tuvo que salir a aclarar hoy a la mañana que no estaba hablando de un default del Banco Central con los bancos privados, sino más bien de un cambio en las prioridades económicas de su eventual gobierno, nos parece relevante marcar de dónde vienen estas resoluciones y las tensiones que abren.
Recordemos que las Leliq (Letras de Liquidez) del Banco Central fueron el instrumento que se uso para desarmar la anterior bola de nieve financiera: las Lebac. La principal diferencia entre un instrumento y otro es que las Lebac eran tanto para bancos como para personas mientras que las Leliq son únicamente para los bancos. Además, las Letras de Liquidez tienen plazos de vencimiento más cortos y vienen mostrando un rendimiento mejor aún que las Lebac.
Entonces vayamos atrás, las Lebacs fueron la estrategia para controlar la inflación y el tipo de cambio en los primeros dos años y medio del actual gobierno. Sin embargo, ante tasas de interés por demás atractivas el stock de Lebac creció hasta convertirse en una bola de nieve que el propio gobierno se propuso a desandar el año pasado, luego de que en abril se alcanzará su récord de emisión.
La solución entonces fueron las Leliq pero, nuevamente con tasas de interés muy altas el stock ya supera los mil billones de pesos y es una nueva bola de nieve de deuda del Central, ahora sí, sólo con las entidades bancarias.
Ahora bien, la tasa de interés tan alta es parte de la política monetaria para hacer más atractivos los pesos. Si yo pago un interés alto entonces motivo a los capitales a quedarse (o incluso a pasarse en ánimos de conseguir una ganancia financiera) en la moneda nacional y no pasarse a la demanda de dólares. Esto funciona para los bancos, compradores de Leliqs, y para las personas a través de los plazos fijos.
He aquí la complicación. Si se baja la tasa de interés entonces hay mayor presión para la demanda de dólares. Más demanda, si no hay un crecimiento de la oferta de divisa, implica un dólar más alto. Este punto es lo que quiere evitar Cambiemos de cara a las elecciones y por esto paga desorbitantes montos a los bancos para mantener la calma cambiaria.
Menor tasa de interés entonces implicaría una devaluación del peso, algo que dio por hecho Alberto Fernández en la entrevista televisiva: "Necesitamos tener un dólar competitivo", lo que quiere decir un dólar más alto y por ende, un peso más devaluado.
Lejos de las valoraciones morales, los dichos tienen que ver con políticas económicas y su consecuente esquema de prioridades. El programa actual necesita de una tasa de interés desorbitante para mantener el dólar a raya mientras que lo que plantea Fernández es dejar que el dólar suba para reorganizar el gasto en otro sentido. Ambos escenarios son malos y tienen que ver con la situación económica argentina actual.