Verborrágico y sin arrepentimiento. Así se mostró el ex capitán Alfredo Scilingo en una entrevista con el sitio español Voz Populi. El represor, condenado en 2008 a 1.084 años de cárcel por su participación en los 'vuelos de la muerte' durante la dictadura cívico-militar, aseguró que el gobierno argentino tiene el listado de personas detenidas y desaparecidas durante el período de la dictadura.

"¿Por qué no le exige al gobierno argentino que dé a conocer el listado? Vaya y entrevístelo al señor presidente (Mauricio) Macri, que dé a conocer el listado. ¿Sabe que a un jefe del Estado Mayor de la Armada le inventaron una causa porque quiso republicar lo que ya sabe el gobierno argentino?", planteó Scilingo.

"Lo tiene la Secretaría General de la Presidencia y no lo dan a conocer", insistió el represor, que en la década del '90 viajó a España y no regresó más a la Argentina.

En otro tramo de la entrevista, Scilingo aseguró que no se arrepiente de nada y que está "condenado por 30 asesinatos sin que yo sepa quiénes son los asesinados".

Españoles en la ESMA

"Hubo españoles en la ESMA, por supuesto. Viene un grupo de tres personas, uno era el jefe de operaciones del grupo operativo y dos personas más, una de ellas una muy locuaz que dijo llamarse ‘el gallego’", relató Scilingo.

El represor indicó que el fotógrafo que estuvo detenido en la ESMA, Víctor Melchor Basterra, difundió "nombres de oficiales españoles que participaron activamente", y afirmó que "informaciones periodísticas dicen que el juez Baltasar Garzón rechazó investigar militares españoles entrenados por la dictadura militar que tuvieron participación directa y luego algunos formaron parte del GAL (grupo parapolicial antiterrorista de España).

Qué dijo de su hermana montonera

"Cuando en 1973 yo era teniente de fragata, dos oficiales me llamaron y me dijeron que mi hermana era montonera. Mi hermana pasó a la clandestinidad con un bulto en el pecho. Desapareció y llamaba de forma puntual a mi madre", recordó. 

"Para mi tener una hermana montonera era terrible, sin embargo yo me reencontré con mi hermana".

Reveló que cuando la volvió a ver, su hermana "estaba completamente deformada. Yo no sé si pudiera haber hecho más por mi hermana. Tal vez aconsejarle que se fuera a otro país y se podía haber tratado su cáncer. Como consecuencia de que mi hermana era montonera jamás de me dejaron participar en nada", asegura Scilingo.

"Odio a Massera, lo digo sin ningún problema. Le dije que era un cobarde porque no publicaba la lista de los desaparecidos".

"La única vez que se me ordenó subir al altillo de la ESMA (capucha), en mayo de 1977, fue para hacer un informe de la maquinaria del ascensor y se colocó un biombo que impedía ver el resto de las instalaciones, hecho insólito que demuestra la falta de confianza que tiene en mí el Grupo Operativo".