A mediados de esta semana, cuando Donald Trump anunció que atacaría Siria en respuesta al supuesto ataque químico del sábado pasado en Duma, Rusia advirtió que reaccionaría.
Tras la concreción del ataque por parte de Estados Unidos, en coordinación con el Reino Unido y Francia, Moscú reiteró que no se quedará cruzado de brazos y que la decisión de Washington tendrá consecuencias.
El aviso lo dio el embajador ruso en Estados Unidos, Anatoli Antónov, quien también le apuntó a los países aliados.
"Hemos advertido de que esas acciones no se van a dejar sin consecuencias. Toda la responsabilidad de ellos recae en Washington, Londres y París", escribió Antónov en la página de Facebook de la sede diplomática de Rusia en Estados Unidos.