Hoy la Argentina se encuentra atravesada por luchas, transformaciones. Reclamos abanderados y representados con un pañuelo y un color. Diferentes temáticas, pedidos de resolución y de un accionar legislativo.

El violeta le dijo basta a la violencia de género, pronunció "Ni Una Menos". El verde marcó tendencia: en pedido de la despenalización del aborto en el país. Luego, el celeste, en defensa "de las dos vidas". Siguió el rojo contra la Unicaba -en protección a las universidades públicas- y otro por una nueva ley de adopción. El naranja, que impulsa la separación Iglesia-Estado.

Sin embargo, ¿qué causa promueve el color rosa o fucsia? Pocos saben sobre esta iniciativa que lleva un tiempo en vigencia.

Se trata del pedido de reforma a la Ley 14.436 contra el maltrato animal, sancionada en 1954. A más de 64 años, decenas de personas exigen correcciones y avances en la cuestión.

¿Qué representa el pañuelo rosa?

"Hoy en la Argentina, hay múltiples colores de pañuelos a los que se adjudican diferentes causa, el color rosa o fucsia, en éste caso representa el reclamo a la reforma de la Ley 14.346 que lucha contra el maltrato animal", cuentan Héctor y Estela Alfano.

FILO se comunicó con el matrimonio a cargo de Mascotax -pyme familiar, dedicada al transporte de mascotas puerta a puerta, dentro del ámbito de Capital Federal, Provincia de Buenos Aires e Interior del país-, quienes impulsan el uso masivo del pañuelo.

La movilización comenzó "cuando diferentes centros proteccionistas nacionales coincidieron en que la Ley 14.436, era de una antigüedad de más de 60 años, que amerita una urgente modificación para atender las cuestiones referidas a la protección de los animales y frenar los actos de maltrato y crueldad a los que son sometidos", afirman.

A través de sus redes sociales, Héctor y Estela lanzaron una idea para movilizar a sus seguidores. Un empujón: les entregan el pañuelo rosa con la invitación -a modo de gentileza- de que les envíen una foto utilizándolo junto a su mascota y a que firmen toda petición que les llegue.

"Lo nuestro, no es comercial, es un intento de concientizar y no olvidar que es una ley necesaria. En menos de 15 días tuvimos más de 19.000 pedidos de pañuelos en todo el país", menciona Héctor.

Modificaciones que solicitan a la Ley 14.346

En sus palabras: "Expertos en Derecho Animal, especialidad que al momento de sancionarse la primigenia ni existían, plantean que la Ley de 1954 es obsoleta".

Entre los déficits, marcan que:

• no hace punible el abandono
• no aluden a la situación de los zoológicos
• no castiga la tenencia irresponsable
• y no regula los criaderos clandestinos.

"El pedido para que se impongan penas de hasta 4 años, resultaría lógico para equipararlo 
con la reciente Ley de 2016, que prohiben las carreras de galgos, con condenas que van desde los 3 meses hasta 4 años.

Creemos que aún se está lejos de una buena implementación de la Ley, ni hablar de su aplicación.

El cambio más efectivo lo debería realizar la Sociedad, que lentamente va cambiando la palabra "perro" por mascota, los legisladores que 'cajonean' leyes ante el la primer desavenencia por no caer en el error de "no ser políticamente correcto".

Nos falta también, como Sociedad, la constancia del reclamo. El ejemplo claro es el fatal hecho de la muerte del cachorro Chocolate, despellejado vivo por Germán Gómez, sentenciado paupérrimamente a un año de prisión. Allí se acordaron todos de la Defensa de los animales, se enfrió el tema, se enfrió el reclamo".

¿Qué cosas quedan por hacer?

La respuesta es sí. Héctor y Estela reclaman:

"Algo tan simple como que nuestros legisladores trabajen, a conciencia, empapándose de los temas a legislar, y dejando de lado la cintura política, no todo lo que se evalúa tiene que gustar a todos, lo importante es que sea justo".

El matrimonio que hace 10 años trabaja en el traslado de mascotas menciona situaciones puntuales en las que no se ha avanzado en defensa de la protección animal.

"Mucha gente ignora o recuerda en época de Navidad que se ha pedido la 'Pirotécnia 0' ¿y? ¿por qué? No sólo sufren las mascotas, lo sufren también los niños autistas, las personas con enfermedades psiquiátricas, muchos padecen lesiones graves, familias pierden sus hogares por incendios... ¿y? otra asignatura pendiente", cuestionan.

Un matrimonio contra el maltrato animal

Llevan juntos 38 años de matrimonio. Hace una década una situación concreta resolvió su nuevo proyecto: formar una pyme familiar dedicada al transporte de mascotas puerta a puerta.

Su servicio abarca desde el traslado a veterinarias, guarderías, exposiciones, adiestramiento, mudanza, y "el momento difícil de transitar el camino hasta su última morada".

"Creamos esta pyme por amor a las mascotas. Desde allí fuimos adentrándonos en la vida que se les dispensa, desde aquél que tiene un perro y punto, hasta el que lo siente parte de su familia.

Pasamos por múltiples situaciones, los que se alegran al ver recuperada a su mascota, luego de una operación, hasta el dolor más profundo por la pérdida. La alegría del reencuentro luego de un viaje o retorno de un pensionado. La emoción de la adopción y las mudanzas a un nuevo hogar. Todo ésto es posible solamente por un ida y vuelta de amor", concluyen.