El gobierno suspendió su aplicación a fines de septiembre, con la justificación de que el Congreso tenía que establecer su fuente de financiamiento.

La ex presidenta había cuestionado el rumbo económico tras el 2,5% de inflación de noviembre.

José Perrucio cerró la transacción con Martín Murano, hijo de la mujer conocida como la “envenenadora de Monserrat”.

El aguinaldo dejó de funcionar como un ingreso “extra” y pasó a ser un salvavidas financiero para sectores medios que todavía sienten la presión del año más ajustado de la última década. 

El ministro aseguró que los cambios en vacaciones, horas extra e indemnizaciones no buscan recortar derechos, sino reducir la litigiosidad y fomentar el empleo registrado.