Tras una evaluación científica que concluyó en noviembre de 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó que se elimine el cannabis (así como la resina de cannabis) del listado más restrictivo de la convención sobre drogas de 1961.
Los expertos de la OMS remarcaron en su informe la necesidad de "eliminar el cannabis y el aceite de cannabis de la lista IV", la categoría más controlada en el Tratado de la Convención Única sobre Estupefacientes.
El comité señaló en aquella oportunidad que la lista IV está integrada particularmente por "sustancias dañinas y con beneficios médicos limitados" y considera que mantener el cannabis "en ese nivel de control restringiría gravemente el acceso y la investigación sobre posibles terapias derivadas de la planta".
- El hecho que el cannabis y la resina de cannabis aún se mantengan en esa listaimpide un acceso legal por parte de los pacientes que necesiten consumir estas sustancias para aliviar el dolor que sienten por algún tratamiento frente una enfermedad.
Según el International Cannabis and Cannabinoids Institute (ICCI), el ingreso del cannabis y de la resina de cannabis a esa lista "se debió a un enfoque parcial del cannabis motivado por intereses políticos de algunos países occidentales, en particular en los Estados Unidos, y no por razones científicas como lo exige esta convención".
Los resultados del nuevo informe respaldan la carta que Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, envió el pasado 24 de enero al secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Así, la OMS intentará que los 53 países que integran la comisión de estupefacientes traten la propuesta y la sometan a votación, durante la sesiones de Naciones Unidas, en marzo en Viena, Austria.