El jueves por la noche, 23 detenidos en la comisaría 2da de Quilmes se amotinaron y provocaron un incendio en la zona de los calabozos. Denunciaron hacinamiento y exigían ser trasladados a otros centros de detención.
Alrededor de las 20 de este jueves, algunos detenidos en la comisaría ubicada en Bernal empezaron a prender fuego colchones en forma de protesta por las malas condiciones en las que están detenidos.
De inmediato, la Policía Bonaerense organizó un operativo para controlar la situación de los reclusos. Desde afuera, los bomberos extinguieron las llamas mientras una unidad de servicio médico esperaba en las inmediaciones de la zona del conflicto.
A su vez, llegaron representantes del Ministerio Público Fiscal de la provincia que resolvieron el traslado de algunos presos a otros centros de detención.
Las autoridades aclararon que los traslados no se debían a la presión de los presos con el motín sino "a los daños que había producido el incendio en la zona de los calabozos, que obliga a derivar a los detenidos a otros lugares para proceder a los trabajos de reparación de las instalaciones".
Durante los primeros minutos de este viernes, la Policía trasladó a nueve detenidos mientras que otros 14 aceptaron quedarse en el lugar y la situación se normalizó.
El abogado de uno de los detenidos explicó que, entre las autoridades de traslado y el fiscal, acordaron las derivaciones a distintas comisarías que los propios reclusos eligieron. Además, explicó que el reclamo fue por "las condiciones de superpoblación en los calabozos. No estaban cómodos, estaban muy encimados".
Los familiares de los presos, que estaban reunidos afuera de la comisaría, dijeron: "Ya no aguantaban más las condiciones de hacinamiento que había en el lugar".