A 30 años de uno de los fenómenos políticos y sociales más emblemáticos de la historia moderna, los motivos que fomentaron la construcción del Muro de Berlín.
Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, las naciones ganadoras que formaron parte de los Aliados (Francia, Estados Unidos, Gran Bretaña y la URSS) se repartieron los territorios correspondientes a Alemania.
Tras acuerdos, discusiones y negociaciones entre los líderes de cada Estado, Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña ocuparon lo que llamarían la República Federal Alemana (RFA o Alemania Occidental), mientras que la URSS tendría la administración de la República Democrática Alemana (RDA o Alemania Oriental).
Esta división produjo lo que se conoció simbólicamente durante toda la Guerra Fría como "La Cortina de Hierro" entre las dos Alemanias.
El caso de Berlín fue tratado especialmente ya que geográficamente estaba dentro de Alemania Oriental pero acordaron dividir la administración de la ciudad con Alemania Occidental, por lo que políticamente una porción de la RFA se encontraba "dentro" de la RDA.
Sin embargo, las diferencias en las condiciones de vida entre uno y otro lado hicieron que entre 1949 y 1961 casi 3 millones de personas encontraran en la frontera de Berlín una vía para migrar de la Alemania Oriental a la Occidental, en búsqueda de "progreso".
La RDA, a pesar de contar con educación y salud pública, sufría una fuerte crisis económica con poca inversión en la reconstrucción estructural de posguerra y los ciudadanos denunciaban una privación de libertades individuales a manos de la oficina de inteligencia, conocida como la Stasi.
Este grupo migratorio estaba formado en una gran proporción por menores de 25 años, lo que hacía descender drásticamente la población económicamente activa de la RDA. Por lo que debía encontrar una forma de detener el flujo.
Así, en las primeras horas de la mañana del 13 de agosto de 1961, en la frontera del sector soviético hacia Berlín Occidental se construyeron barreras temporales que prohibieron el paso entre ambas naciones.
Ese fue el primer paso de la construcción de un límite fronterizo que en poco tiempo sumaría alambres de púa, paneles de concreto, torres de vigilancia, seguridad armada y estrictas prohibiciones de libre circulación: el Muro de Berlín.
Para la Alemania Oriental era el "Muro de Protección Antifascista" pero para la Alemania Occidental era el "Muro de la Vergüenza".
Los límites fronterizos que separaban Berlín Occidental del resto de la RDA, se extendieron por más 111,9 kilómetros.
Entre 1961 y 1988, más de 100.000 ciudadanos de la RDA intentaron huir. En el Muro de Berlín hubo, por lo menos, 140 muertos y más de 3 mil detenidos entre 1961 y 1989.
Tratados y acuerdos discutidos por décadas concluyeron en que el 9 de noviembre de 1989 el Muro de Berlín cayera y se volviera a liberar el paso fronterizo con la posterior unificación de lo que hoy se conoce en toda su extensión y oficialmente como la República Federal Alemana.