Debido a incidentes con el personal administrativo de la empresa durante el 2016, la empresa MONSA que tiene el control sobre la línea 60 de colectivos, decidió despedir a 10 choferes y suspender a otros 20 por conductas violentas. Ante esto, los trabajadores iniciaron un paro.
Si bien la medida era solamente por el día jueves 1 de junio, esta tarde los mismos trabajadores decidieron continuar con la suspensión del servicio por un día más. "Hasta el viernes a las 24:00" informó el delegado gremial, Esteban Simonetta, tras una asamblea.
Por otra parte, el presidente de MONSA, Marcelo Pasciuto habló sobre lo sucedido y justificó la empresa resolvió las sanciones a los partícipes de los hechos violentos "para encuadrar el funcionamiento de la empresa en defensa de la fuente de trabajo de 950 familias".
Respecto a la versión de Pasciuto, los choferes aseguraron que las medidas de reducir el personal la tomaron luego de que se inicien diversas protestas tras la muerte del operario David Ramallo, quien se encontraba arreglando una unidad en la terminal de la empresa.
Mientras continúan las diferencias y los asambleístas esperan por la aparición del Ministerio de Transporte para intervenir en la situación, la flota de 340 colectivos de la línea 60 se encuentran fuera de servició, afectando a las cerca de 100 mil personas que utilizan dicho transporte.