Fue por el protocolo sanitario que rige por la pandemia, el entierro se dió en un cementerio privado de Pilar.
No hubo cortejo fúnebre, ni tampoco corona de flores. Y es que las medidas previstas para evitar la propagación del COVID-19 también se aplican a velatorios y entierros.
Sucedió en la mañana de ese sábado y solo unas pocas personas son autorizadas a acercarse al lugar para dar su último adiós.
En un momento según trascendió , el yerno de Mirtha, sacó su teléfono y realizo una videollamada, para realizar una despedida virtual.
El personal de la cochería utilizó, barbijos, antiparras, y guantes de latex para evitar el contacto.
Tendremos que replantearnos, en estos momentos los vínculos y hasta las despedidas, que ya conllevan consigo un inmenso dolor y sumados a la reciente pandemia mundial se hace infinitamente mas dificíl.