Predominan los contrastes en Añelo, la localidad neuquina que funciona como puerta de entrada a Vaca Muerta, la formación geológica que transformó esa zona de la patagonia y que capta la atención de petroleras de todo el mundo.

Es que la provincia de Neuquén, en pleno desierto, posee el segundo reservorio de gas y el cuarto de petróleo no convencional del planeta. Es un desarrollo incipiente que involucra cada vez a más empresas y a la vez plantea desafíos ambientales y las dudas en los habitantes de los pueblos que circundan a los yacimientos.

En rigor, las reservas de hidrocarburos de Vaca Muerta están a 3 kilómetros de profundidad, sobre una superficie de 32.000 kilómetros cuadrados, en territorio de Neuquén, Río Negro, Mendoza y La Pampa. Y hasta ahora sólo se ha explorado el 4% de esa zona productiva, en la cuenca neuquina.

Filo.news estuvo en Añelo, el pequeño pueblo ubicado a 101 kilómetros de Neuquén Capital, que triplicó su población en los últimos años, a partir de las primeras operaciones de YPF en sociedad con Chevron, e intenta –sin éxito por ahora- acompañar el desarrollo de esa meca petrolera que se presenta como la gran promesa argentina.

Entrevistamos al intendente electo de Añelo, Milton Morales, quien nos confirmó que reciben entre 10 y 15 familias por semana que llegan desde distintos puntos del país en busca de trabajo. No todos lo consiguen, ya que la demanda pasa por puestos laborales calificados.

En este documental hablan pioneros del pueblo, vecinos históricos y comerciantes. Unos miran con preocupación la expansión de Añelo y denuncian la falta de infraestructura. Otros celebran el boom y aprovechan el crecimiento de sus ventas.

Fuimos testigos de un corte de ruta con varios piquetes promovidos por un grupo de habitantes del lugar que reclaman por semáforos, asfalto y otras obras para el pueblo.

"Extraen millones de dólares diarios y acá nos falta de todo", se quejan.

• El gran potencial de Vaca Muerta está en el gas, pero es el petróleo el que no sólo está atrayendo la mayor cantidad de inversiones sino también el que está generando el salto en la producción, que en un año creció poco más del 23%.
• Sólo en territorio neuquino se producen 154.912 barriles diarios de crudo y 75,46  millones metros cúbicos de gas por día.  
• Al cierre de 2019, el gobierno neuquino estima inversiones por US$ 5.356 millones; comparado a 2018, se registra un incremento del 25%.

Visitamos Loma Campana, el área de exploración más desarrollada en la cuenca neuquina, operada por YPF. Mostramos desde una torre y en la sala de Geolocalización qué es el fraking, el novedoso –y cuestionado- modo de extracción de hidrocarburos que potenció la producción de gas y petróleo en los últimos dos años.

La fractura de la roca reservorio que es Vaca Muerta requiere grandes cantidades de agua y arena, aunque las empresas descartan el impacto ambiental ante la desconfianza de los habitantes de la zona.

Ingresamos al territorio de la comunidad Mapuche local, que en un primer momento se resistió a la exploración petrolera pero ahora la permite, a cambio de controlar a las compañías a las que les exige el aporte de maquinarias y obras para trabajar la tierra.

También viajamos a la ciudad rionegrina de Allen, donde las torres perforadoras quedaron instaladas en el medio de plantaciones de peras y manzanas, la economía regional predominante en esa zona que se vio afectada por la actividad petrolera.

Y vimos dos basureros petroleros que funcionan en la zona: uno ubicado apenas a 5 kilómetros de Añelo y el otro en el medio de la ciudad de Neuquén. Estos depósitos de basura empretrolada plantean un desafío para las autoridades y quejas constantes de los pobladores que temen por la contaminación y las consecuencias en el medio ambiente y la salud.

La actividad de esos basureros fue denunciada por organizaciones como Greenpeace y la Federación Mapuche.

"Los derrames en la zona son constantes", advierte Gonzalo Strano, vocero de Greenpeace Argentina. "El dato oficial de 2018 es más de 800 derrames o incidentes ambientales.Y acá un detalle: estos son los reportados, los oficiales, seguramente el número es mucho mayor", sostiene.

"La provincia de Neuquén en particular sacó una ley de impacto ambiental, entiendo que es buena, hace falta ver si tienen el enforcement, o sea, toda la organización para hacerla cumplir, porque es fácil hacer leyes, pero después es necesario que se cumplan", dice Emilio Apud, director de YPF y ex Secretario de Energía. 

Pero la preocupación por el impacto ambiental de la actividad hidrocarburífera no es la única.  En la zona se habla mucho sobre la seguridad de los trabajadores, un tema recurrente en las conversaciones entre el sindicato petrolero y las empresas. Ocurre que en los últimos 15 meses, 8 trabajadores murieron en los pozos.

Cristian Baeza, operario de la Tecpetrol en el yacimiento de Fortín de Piedra, falleció en mayo de este año al caer en una pileta de purga. En ese accidente también murió uno de sus compañeros, Maximiliano Zappia, quien intentó rescatar al primero.

"Para nosotros faltan controles, quieren ahorrar costos, porque lo hemos vivido, las empresas y las productoras quieren perforar, sacar lo que está abajo, a cualquier precio", sostiene Ricardo Jara, del Sindicato de Petroleros y concejal electo de Añelo.

Feliciano Baeza, padre de Cristian, reclama aún justicia y plantea: "están manejando millones de dólares diarios. Por qué  nosotros tenemos que  pagar estos precios. Por desidia. Por ahorrar, qué te ahorraste. Decime cuánto te ahorraste para que mi hijo no vuelva más. Cuánto te ahorraste", pregunta.