Alrededor de mil personas permanecían el lunes 5 de febrero varadas en la zona de alta montaña de la ciudad de Mendoza, como consecuencia de los aludes que se produjeron en la zona en las últimas horas, mientras que se mantenía cerrado el Paso Cristo Redentor, principal vía de comunicación a Chile.
En tanto, personal de Vialidad Nacional y de Gendarmería Nacional trabajaban para despejar la ruta sobre el arroyo Ranchillo y La Quebrada, luego de los aludes que se produjeron el último fin de semana.
Unas 600 personas vivieron en esa situación en Punta de Vacas, otras 180 en Polvaredas, 600 en Punta de Vacas y 120 en el complejo de la aduana de Horcones.
En tanto, unas 75 personas se quedaron en la aduana dentro de los automóviles, además de varios colectivos con 270 pasajeros en total, según informó Gendarmería Nacional a medios locales.
Efectivos de las fuerza asistieron a 25 de los varados en Punta de Vacas, a los que se le suministró de víveres y colchones para pasar la noche.
Por el momento, sólo se abrió el paso en el sector chileno, para aquellos que debían regresar al país trasandino.
Varios de los varados en la zona de Los Penitentes indicaron que tuvieron que pasar la noche en sus vehículos sin ningún tipo de ayuda.