Según un relevamiento del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) un promedio de 4368 trabajadores fueron despedidos o suspendidos durante el primer semestre de 2018. El dato sobre la situación laboral implica un aumento del 17% con respecto al mismo período del año pasado.
El informe elaborado por la consultora refleja que los empleados estatales fueron los más afectados (46% del total), seguidos por los del sector industrial (38%).
Hasta el 30 de junio contabilizó 26.206 despidos y suspensiones (a un promedio de 4368 por mes), que implican 3837 más que los del primer semestre de 2017.
En tanto, dentro del sector público y privado no existen diferencias. El 46% de los trabajadores expulsados (12.191) son o eran empleados estatales: 7.635 bajo la órbita del Poder Ejecutivo y 4.556 pertenecientes a empresas de capital estatal.
Dentro del universo de las empresas privadas, la rama industrial cuenta con un índice de despidos del 38% (es decir 9.872 trabajadores que incluyen 2.466 suspendidos).