Marcos Galperín nació el 31 de octubre de 1971 en Buenos Aires. Es el cuarto de cinco hermanos varones, integrantes de una familia con una arraigada historia empresarial en Argentina.

La empresa Sadesa fue fundada en 1941 por Walter Leach, inmigrante alemán-estadounidense y abuelo materno de los Galperín, y es una curtiembre que provee de cueros a las principales marcas del mundo como Nike, Adidas o Ralph Lauren. La facturación del último año de Sadesa fue de $350 millones de dólares, tiene 3700 empleados y posee sedes en Paraguay, Uruguay y Tailandia.

Sadesa comenzó como una exportadora de cueros pero en la década del 70, tras una prohibición en la exportación de su materia prima, adquirió Federico Miners, una curtiembre que le permitió ingresar en el segmento de calzados y dar el salto a los grandes mercados.

Hoy en día, la empresa está a cargo de Miguel Galperín, el tercero en edad de la familia.

Marcos Galperín, con aquel legado familiar, en 1994 se graduó con honores en la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pennsylvania y, en 1999, consiguió una Maestría en Administración de Empresas de la Universidad de Stanford.

Entre 1994 y 1997, trabajó en YPF S.A. donde dirigió el área de Mercados de Capital y de Futuros y Opciones. En 1998, tuvo una pasantía de verano en Nueva York en J.P. Morgan Securities Inc.

Pero el año 1999 sería el que definiría su futuro laboral: a los 28 años, tras lo que Galperín define como un “proceso de introspección en Stanford”, fundó MercadoLibre Inc., al vislumbrar el abanico de posibilidades que existían con Internet como herramienta “democratizadora” del comercio y que no estaban explotadas en América Latina.

Galperín admite que “si hubiera sabido antes lo difícil que iba a ser, tal vez no lo hubiese hecho”.

Desde el 10 de agosto de 2007 Mercado Libre cotiza en la bolsa de NASDAQ, hecho que llevó a convertirse en el primer “Unicornio” argentino (una empresa con una valoración de más de 1.000 millones de dólares).

El crecimiento exponencial de Mercado Libre es lo que lo caputaltaría en 2010 a Galperín a formar parte del ranking de los 40 empresarios más exitosos menores de 40 años según la revista Fortune, compartiendo la lista con Mark Zuckerberg, fundador de Facebook.

Galperín, según los últimos registros de su patrimonio en base a los datos de la revista Fortune, en marzo de 2017 poseía unos US$1.000 millones. Un año después, esa cifra crecería a US$1.600 millones. Pero a junio de 2019 y en paralelo con el vertiginoso crecimiento de las acciones de Mercado Libre, llegaría a la fortuna de los US$2.600 millones.

Así, se ubica entre los empresarios más ricos del país detrás de Paolo Rocca (US$ 4.100 millones) y Alejandro Bulgheroni (US$ 3.100 millones), Alberto Roemmers (US$ 3.000 millones).

La visibilidad pública de Galperín nunca fue su prioridad. Ante una mayor exposición de la empresa y la intención de contar su historia como emprendedor exitoso latinoamericano, se forzó a buscar un balance entre la preservación de su vida privada y la divulgación su propio caso.

“La exposición es un tema que no lo sé manejar y que no lo disfruto”.

Sin embargo, su palabra atrajo la atención de la prensa cuando comenzó a dar sus opiniones del contexto político y económico de Argentina, como cuando se aprobó la reforma previsional en el Congreso nacional:

La discusión por la Ley de Economía del Conocimiento (antes conocida como Ley de Software) fue lo que lo puso en el centro del debate público por el rol de su empresa en el mercado laboral argentino y los beneficios fiscales que podría obtener con la aprobación de la ley y que entendía que podría darle mayor competitividad a nivel internacional.

“Puede ser una de las cosas más importantes para Argentina para los próximos 20 años. Puso al país a un nivel competitivo con el mundo”.

Este debate lo llevó a tener un intercambio de declaraciones con el dirigente social Juan Grabois:

En algunas entrevistas, Galperín declaró que “el capitalismo está mal visto en Argentina porque nunca ha existido un capitalismo en serio, ni siquiera en los ‘90” y que “en Argentina, si todos nos enfocamos en lo privado, los que se enfocan en lo público son los peores. Eso me hace pensar que en algún momento pueda tener un lugar en lo público. Pero la visión que yo tengo de lo público es muy negativa, entonces no me tienta demasiado”.

Su visible acercamiento a las políticas de Mauricio Macri, inclusive apoyando la campaña presidencial del candidato de cambiemos en las redes sociales, no le impidieron reunirse con Alberto Fernández tras el resultado de las PASO.

Al salir de aquella reunión declaró: “El motivo de la visita fue buscar diálogo, puntos de encuentro y consensos. Mi postura en la campaña fue pública y clara. Creo que el hecho de que me hayan recibido y escuchado, para pensar el país para adelante y calmar un poco a la gente, es muy positivo".

Las variables de una ecuación dadas por el futuro económico, el rol de una de las empresas más grandes del país como Mercado Libre, y el lugar que tendrá la industria tecnológica, sin dudas marcarán la influencia de Marcos Galperín en Argentina y en toda la región.