Matias Ezequiel Mansilla tiene 35 años, y es considerado el "Patricio Rey del Rap"; ese apodo le puso un fanático, y quedó grabado en su memoria. No es para menos: es una de las personalidades más influyentes de la escena urbana. 

En la actualidad lleva el nombre de Malajunta Malandro, aunque no siempre fue así. Comenzó su camino como El Perroh en el freestyle: "Era picante esa movida", recuerda, en diálogo con Julio Leiva para Caja Negra.

"Te hacías un nombre, no era que cualquiera lo hacía. Ahora vos subis un video a Youtube tirando un freestyle frente a cámara y te conoce todo el mundo y capaz que la pegás y salís. Antes tenías que caer a los barrios de los demás y eso era respetado. A mi me llegaron a aplaudir", recuerda.

Según reveló, conoció el rap por las películas, donde le llamaba la atención "la pilcha que usaban": "Ponían muchas películas de Nueva York. De rap eran. De Spike Lee...Suena la canción de Tupac. Es como acá, pero con otra música", afirma.

Sin embargo, con el tiempo se dio cuenta de que estaba listo para mucho más: "Yo dije el freestyle me parece una gilada. Es como hacer jueguito. Yo quiero estar en la cancha (...) me di cuenta que el rap era muy para los raperos y yo quería hacer rap para todos", cuenta. 

En la actualidad, entre sus canciones más populares se encuentran "Qiqito trampa", "Ahora quieren pan", "Pa los que no", "Todo por vos", entre otras. Su lanzamiento más reciente fue "que vo y que yo", junto a Valentina Cooke. "A mi con el tú y el eres no. Yo soy del vos, del sos, del che", expresa, en relación al momento de componer sus temas.

Sin embargo, por el momento se siente lejos del trap: "Yo me sentiría orgulloso si el género hubiera sido con ortiva, gato, mandale pa' lante todo el brillo, todas esas cosas", asegura. 

Oriundo de Las Tunas de Pacheco, revela cómo es la vida en el barrio: "Yo a los pibes los vi drogarse y no tener para drogas e ir a robar. Se pierden siete años de la vida. Lo vi entrar hecho un nene y sale hecho un hombre. No está lindo perderte la vida". 

En este sentido, destacó la existencia de internet y la presencia de las redes sociales en relación a la juventud: "Yo creo que ahora los pibes no se mandan cagadas por eso, pero uno cuando no existía internet agarraba cualquier cosa para hacer cagadas, porque vos estabas al pedo y pendejo (...) antes tenías tiempo de sobra. Ahora con un celular sentís que te falta el día", reflexiona.

En cuanto a su infancia y adolescencia relata la dura experiencia que tuvo que pasar: "Mi vieja tuvo cáncer de utero y cuando se lo diagnosticaron iba a cumplir 18 años y vino así...porque mi vieja es re creída y me dijo...che mirá. Tengo esto y vos sos re loco, rescatate, porque yo no sé si voy a seguir viviendo. Entonces me pegó viste. Lo que me pidió es que yo me porte bien", recuerda.

"Lo que me aísla de la droga es mantener mi potencial para componer canciones. Como dijo el Indio -Solari- cuando le preguntaron sobre la muerte de -Gustavo- Cerati. Se muere gente todo el tiempo, a mi lo que me molestó es que me perdí de muchas canciones que no se hicieron", confiesa.

Lo cierto es que planea potenciar su futuro profesional: "Está todo bien con la joda, pero la bocha es una sola se empieza a designar y después hay que coserla y no queda bien, queda medio ovalada. Yo quiero cantar hasta donde me de la voz. Tener 70 años y seguir componiendo". 

No se siente interpelado por la religión: "La biblia es un chucu para que nos quedemos en el molde. Un chamuyo para que te quedes en el molde porque sino esto sería un descajete", opina.

"Está todo armado para que uno vaya derechito, sino no me gusta algo de vos saco un fierro y te liquido y no pasa nada", continúa. En lo que si cree y respeta es en el amor, al que cataloga como "medio peligroso" ya que "demanda mucho de vos, mucho de tu humanidad".

"El amor es peligroso porque si te metés con la persona equivocada y estás enamorado hacés un montón de boludeces. Todos lo ven y vos no lo ves (...) De un fierro te curas. Del amor no", sostiene, mientras recuerda que fue "un enamorado" y por eso le "tiene miedo".

Malajunta Malandro dejó las travesuras de chico para ser un grande en el rap: "Entregué toda mi vida a esto. A la música, porque la música me sacó de un montón de cosas. Pongo eso en la balanza siempre. Por más que me duela siempre gana la música", afirma.

Es por eso que, según afirma, siempre tiene en sus manos "un micrófono, una hoja y una lapicera", y busca transmitir esa simpleza hacia los fans: "No soy muy apegado al tema de las fotos. Yo tengo ese criterio que no soy más que nadie. ¿Por qué me tenés que sacar una foto?. Ya fue. Vamos a pasar un momento copado". 

Cada semana se publicarán nuevos episodios de Caja Negra, en el cual diferentes figuras se someterán a las preguntas del periodista Julio Leiva. Y vos, ¿te animás a recordar qué momento hizo un click en tu vida?