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Los otros nietos recuperados que fueron hallados en el exterior

Abuelas de Plaza de Mayo anunció la restitución de la nieta 129, que vive en España. Ya son varias las búsquedas que trascendieron las fronteras. De hecho los 2 primeros nietos recuperados fueron hallados en Chile.

Los otros nietos recuperados que fueron hallados en el exterior

"No ves, que toda va...
todo creciendo hacia arriba,
y el sol, siempre saldrá,
mientras que a alguien le queden ganas
de amar..."

Así dice la canción El tiempo es veloz, de David Lebón. Es una de las tantas letras que el rock argentino le dedica al amor, en sus diversas formas. Y aplica a estas historias en las que el amor filial ha vencido a ese tiempo que corre, imparable, entre otras complicaciones que han surgido en medio de la incesante búsqueda de los bebés y niños robados en la última dictadura cívico-militar

Pero ese amor fue más allá de las fronteras. Y las Abuelas de Plaza de Mayo, organizadas, lograron encontrar a varias nietas y nietos en el exterior, como ocurrió ahora con la nieta 129.

Los hermanos Julien Grisonas

Anatole y Victoria, los primeros nietos recuperados

El domingo 26 de setiembre de 1976 un operativo de fuerzas conjuntas secuestró en las afueras del partido bonaerense de San Martín a Lucía Victoria Grisonas y a Mario Roger Julien. El matrimonio uruguayo fue detenido y los militares se llevaron también a sus hijos Anatole Boris, de 4 años, y Victoria Eva, de apenas 16 meses

Los mantuvieron cautivos en el centro clandestino de detención Automotores Orletti, una de las bases del Plan Cóndor en Argentina.

Anatole y Victoria aparecieron en diciembre de 1977 en una plaza de Valparaíso, Chile, y luego fueron adoptados por una familia chilena. Tras una ardua búsqueda internacional, la organización brasileña Clamor localizó a los hermanos en 1979.

Los nietos continuaron viviendo con su familia adoptiva pero en contacto con sus familiares biológicos.

Macarena Gelman, la nieta 67

A fines de marzo del año 2000, tras una reunión urgente a la que fue convocado por el entonces presidente de Uruguay Jorge Batlle, el poeta Juan Gelman confirmó que había hallado a su nieta, nacida en Montevideo, en 1976.

"He confirmado que la persona que busco ha nacido en el Uruguay, que está en el Uruguay y que es querida por sus padres. Podrán imaginarse lo que significa esto para cualquier ser humano. Yo mismo puedo sentirlo; soy abuelo", dijo aquella vez el poeta.

Macarena junto a su abuelo, el poeta Juan Gelman, fallecido en 2014

El 24 de agosto de 1976, los militares irrumpieron en el domicilio de Gelman, pero el escritor ya se había marchado al exilio. Secuestraron entonces a su hijo Marcelo y a su esposa, María Claudia García, embarazada de siete meses. Ambos habían militado en la UES y en Montoneros.

Pensaban llamar Ana al bebé que esperaban si era niña. Se supo, por el testimonio de detenidos sobrevivientes, que estuvieron cuativos en Automotores Orletti.

En 1989,  los restos de Marcelo fueron exhumados e identificados por el EAAF. Había sido asesinado el 14 de septiembre de 1976 y su cuerpo fue hallado dentro de un tanque de doscientos litros en el canal de San Fernando, en la zona norte del Gran Buenos Aires. 

María Claudia había sido llevada por fuerzas de seguridad argentinas a Montevideo donde dio a luz una niña en el Hospital Militar de esa ciudad a principios de noviembre de 1976. La beba fue entregada al matrimonio Tauriño Vivian, integrado por un comisario uruguayo y su esposa, quienes la anotaron como hija propia. 

Macarena conoció su identidad cuando tenía 23 años, cuando su apropiadora le confesó que no era hija suya y que sus verdaderos padres biológicos habían sido asesinados durante la última dictadura militar argentina.

Su madre permanece desaparecida.

La nieta 115, en Holanda

En agosto de 2014 Abuelas de Plaza de Mayo celebró la identificación de la nieta recuperada número 115. Aquel caso fue particular, ya que se trató de un hallazgo más allá de las fronteras: Ana Libertad, no reside en el país y se ofreció voluntariamente al examen de ADN.

La joven, hija de Héctor Baratti y Elena De la Cuadra, accedió a la extracción de sangre para su identificación en el consulado argentino en Holanda. La muestra se remitió luego a Argentina a través de la Cancillería. La Dirección de Derechos Humanos de esa cartera la recibió y la giró al Banco Nacional de Datos Genéticos.

"Ana Libertad es nieta de Licha de la Cuadra, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo, que falleció en 2008, sin poder abrazarla", dijo aquella vez Estela de Carlotto al hace rel anuncio de la recuperación. 

Alicia "Licha" Zubasnabar de De la Cuadra, una de las doce fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo

"Ana era el nombre que sus padres habían elegido. Le pusieron Ana Libertad porque libertad era lo que más apreciaban", reveló en 1999 en el juicio por la verdad de La Plata Estela De la Cuadra, tía de la joven identificada.

En febrero de 1977, cuando fue secuestrada junto a su pareja en La Plata, Elena De la Cuadra cursaba el quinto mes de embarazo. Héctor trabajaba en la empresa Propulsora Siderúrgica y Elena, en un jardín de infantes.

Ambos permanecieron cautivos en diferentes centros clandestinos, entre ellos la Comisaría 5ª de La Plata, donde Elena dio a luz a su hija Ana Libertad "en una fecha aproximada al 16 de junio de 1977", según se probó judicialmente en el debate oral y público por los crímenes cometidos en el denominado "Circuito Camps".

Durante el cautiverio, Héctor Baratti le pidió a otro secuestrado, Luis Velasco, que si alguna vez salía avisara a la familia que la niña había nacido

El caso de Ana Libertad formó parte del proceso judicial por el "Plan Sistemático de apropiación de niños" llevado a cabo ante el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 6 de la Capital Federal y por el cual fueron condenados en 2012 los dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone, y el jefe de la Armada, Rubén Franco. 

El nieto 118, en Estados Unidos

Martín (a la izquierda) junto a su abuela Delia, Estela de Carlotto y otros familiares

Entre 2006 y 2008, la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo recibió 3 denuncias anónimas, por teléfono y por mail, en las que advertían que un joven que había sido inscripto como hijo propio por un matrimonio, podría llegar a ser hijo de desaparecidos.

También sostenían que en su familia circulaba el rumor de que había nacido en un centro clandestino de detención.

El 30 de marzo de 2015, fue el propio joven aludido quien se acercó a Abuelas con fuertes sospechas de ser hijo de desaparecidos. Luego de su primera entrevista, fue derivado a la CONADI, donde comenzó la investigación documental.

Vivía hacía 15 años en Estados Unidos y es por ello que se sometió al estudio de ADN en ese país, supervisado por funcionarios diplomáticos. 

El 5 de noviembre de 2015, el Banco Nacional de Datos Genéticos confirmó que el joven es el hijo de Stella Maris Montesano y Jorge Ogando. Ambos militaban en el PRT-ERP. Los secuestraron el 16 de octubre de 1976 en el departamento en el que vivían con su hija Virginia, de tres años.

Allí quedó la niña, hasta que la encontró una vecina que llamó a su abuela, Delia Giovanola de Califano, para contarle qué había pasado.

Desde entonces, crió a su nieta y ella motorizó la búsqueda de ese nieto.

Al momento de su secuestro, Stella Maris estaba embarazada de ocho meses. Según testimonios de sobrevivientes, la joven dio a luz a término a un varón, al que llamó Martín, el 5 de diciembre de 1976. 

Tras conocer su identidad, Martín se comunicó por teléfono con su abuela Delia, una de las fundadoras de la institución, y cuando ella le preguntó si estaba seguro de querer hablar, él respondió: "¿Por qué no? Si sos mi abuela".