El aumento de las tarifas de luz y gas será de entre un 17% y 20% y se aplicará por única vez en el año a partir de enero o de febrero. De esta forma, el techo máximo de suba se fijará en 20%, según adelantaron fuentes de la secretaría de Energía.
Al concretarse, estos porcentajes se ubicarán por debajo de los incrementos salariales proyectados para 2022.
Según las fuentes oficiales, los incrementos incluirán la segmentación de las tarifas para bajar los subsidios, un elemento central de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En esa tarea se concentraron durante todo el año los entes reguladores de la electricidad (ENRE) y del gas (ENARGAS), los técnicos del Ministerio de Economía y de otras áreas de la administración del Estado.
En este sentido, la recomposición se hará de una única vez, mientras que la segmentación que podría incrementar el precio de la energía para esos usuarios en particular (por una magnitud bastante mayor a la anunciada) podría ser gradual en su implementación a lo largo del año.
Desde marzo, el ministerio de Economía y los entes reguladores irán definiendo la quita de subsidios. Los hogares que dejen de beneficiarse con subvenciones, deberán pagar más por los servicios. "La idea sería que hagan frente al pago pleno del costo de la energía", según señalaron fuentes oficiales.